En Hollywood se ha aprovechado hasta el cansancio el recurso de la toma de rehenes. Los guiones que incluyen estas situaciones suelen traernos momentos electrizantes y finales felices. Sin embargo, en la realidad los relatos son mucho más sombríos y trágicos. En ocasiones, una situación de rehenes se transforma en algo peor de lo que muestra el cine. A través de estos cinco casos sabrás el peligro que representa una situación así.
1 – Tres rehenes y tres secuestradores terminan muertos en el mayor rescate de la historia estadounidense.
Sucedió en el año de 1991 en la localidad de Sacramento, California. Cuatro refugiados vietnamitas que integraban una pandilla denominada “Oriental Boys” ingresaron a una tienda de electrónica y tomaron 39 rehenes. El mayor de los secuestradores tenía 21 años, los demás eran menores de edad.
Por absurdo que parezca los secuestradores no tenían claras sus demandas, toda vez que éstas cambiaron con el paso del tiempo. Empezaron por exigir US$ 4 millones, después requerían 40 raíces de ginseng con mil años de antigüedad para preparar té y luego solicitaron un avión a Tailandia para pelear contra el Frente Nacional de Liberación de Vietnam que había destrozado su nación. Y todo esto en el transcurso de 24 horas.
Lo único constante en sus peticiones fueron los chalecos a prueba de balas. Para dar seriedad a sus demandas, le metieron un tiro en un pie a un rehén y después lo liberaron. Pero, en determinado momento los indecisos secuestradores empezaron a irritarse. La situación empezaba a salirse de control y dividieron a los rehenes en tres grupos para decidir quienes se convertirían en víctimas.
Mala jugada.
En el proceso, la puerta de la tienda quedó abierta y un francotirador encontró una oportunidad irrepetible, por lo que empezó a disparar contra la pandilla. Por azares del destino, la puerta se cerró en ese preciso instante, desviando el trayecto de la bala. Los secuestradores fueron invadidos por el pánico y accionaron sus armas, de forma que SWAT irrumpió en el local a toda prisa. Tres rehenes y tres secuestradores terminaron muertos. Uno de los malhechores salió con vida gracias a que portada el chaleco antibalas que habían solicitado como parte de las demandas.
Tres décadas después, este episodio se considera el mayor rescate de rehenes en la historia de los Estados Unidos. Loi Khac Nguyen, el miembro de la pandilla que salió con vida, fue condenado por secuestro y homicidio de tres personas, recibiendo una condena de 49 cadenas perpetuas consecutivas, pese a que ni siquiera estaba armado en el episodio final. Sin embargo, toda la responsabilidad de las acciones de sus compañeros muertos recayó sobre él.
2 – El desastre de rehenes en Rusia.
En el año 2002 un teatro en Moscú, Rusia, fue escenario de una de las situaciones de rehenes más terribles en la historia de la humanidad. Aquel día un grupo de rebeldes chechenos tomó prisioneras a 800 personas. Demandaban el fin de la segunda guerra chechena, y estaban dispuestos a morir por la causa.
Las negociaciones jamás avanzaron. Toda vez que el teatro estaba lleno de explosivos, los rusos sabían que no podían ingresar sin poner en riesgo la vida de varias personas. Tras cuatro días de terror en Moscú, el presidente Vladimir Putin aceptó una sugerencia de las fuerzas especiales rusas que consistía en inundar el lugar con gas, poner a dormir a los rebeldes y sacar a los rehenes.
Sin embargo, hasta nuestros días ningún gas está diseñado específicamente para dejar inconscientes a las personas. Incluso las anestesias más seguras conllevan el riesgo de una fatalidad. Sin embargo, el gobierno ruso decidió que valía la pena tomar el riesgo. A través del sistema de aire acondicionado del teatro, los rusos dispersaron una variante del fentanilo, neutralizando a los ocupantes y tomando control de la situación.
La gran tragedia.
Al principio, los oficiales rusos salieron a declarar que la misión fue un éxito. Que “apenas” diez rehenes perdieron la vida en el fuego cruzado y los agresores fueron capturados con vida. Sin embargo, la verdad de esta operación no tardó mucho en salir a flote.
El mundo entero supo que 50 terroristas murieron y que los rehenes fueron evacuados del teatro en graves condiciones de salud. Toda vez que el gobierno ruso se negó a revelar el gas empleado en el “rescate”, los médicos no pudieron tratar adecuadamente a las víctimas y 120 rehenes terminaron muriendo en los hospitales. En el transcurso de un año, aparentemente el número de muertos se duplicó.
El asunto escaló hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en el que 64 sobrevivientes demandaron al gobierno ruso y recibieron varios millones de dólares cada uno como compensación.
3 – Las fuerzas especiales de Egipto que mataron accidentalmente a los rehenes.
Egipto protagonizó dos casos absurdos de rescate de rehenes, uno de los cuales costó la vida de decenas de inocentes a causa de explosivos sembrados por ellos mismos. El primero sucedió en 1978, tras el asesinato en Chipre del periodista egipcio Youssef Sebai. Este sujeto era editor de un periódico importante y amigo cercano del presidente egipcio Anwar Sadat.
Los asesinos tomaron rehenes y exigieron una aeronave para huir, y la consiguieron. Los negociadores acordaron entregarles un DC8 de la Cypriot Airlines para que partieran de Chipre con 11 rehenes, incluidos algunos ciudadanos egipcios. Pero, nadie consideró que ningún otro país permitiría a los criminales aterrizar con rehenes en sus aeropuertos. Así, los asesinos se vieron obligados a regresar a Chipre.
Para ese momento, los egipcios ya habían desplegado un grupo de fuerzas especiales para hacerse cargo de la situación, aunque en Chipre jamás autorizaron la incursión extranjera. Como resultado, chiprenses y egipcios se enfrentaron durante más de una hora. La trifulca terminó con 18 soldados egipcios muertos, una cifra superior a la de los rehenes. Mientras tanto, la tripulación del avión convencía a los secuestradores de entregarse a las autoridades.
Rescate del vuelo 648 de EgyptAir.
Pero, el episodio más sombrío sucedió en 1985, una tragedia que pasó a la historia como el vuelo 648 de EgyptAir. Durante un viaje rutinario de Atenas hacia el Cairo, un grupo de militares palestinos se apoderó de la aeronave.
Por algún motivo, un capitán egipcio a bordo tomó la decisión de disparar y matar a uno de los secuestradores. Esto provocó un tiroteo que terminó perforando el fuselaje del avión, despresurizándolo. La confusión llevó a un aterrizaje forzoso en Malta. Después, tras diez horas de negociaciones, los secuestradores empezaron a ejecutar rehenes.
En ese momento, Egipto irrumpió en el avión colocando explosivos en la bodega de carga. Desafortunadamente, la zona donde se instalaron los explosivos estaba próxima al habitáculo donde fueron reunidos los pasajeros. La explosión terminó perforando los tanques de oxígeno y 60 pasajeros murieron, la mayoría asfixiados.
Egipto intentó ocultar su participación en aquella masacre, afirmando que los secuestradores asesinaron a los rehenes con granadas. Sin embargo, los peritajes revelaron lo que realmente sucedió.
4 – Los secuestradores que sepultaron a 26 niños vivos.
En 1976, tres sujetos secuestraron un autobús escolar en California, Estados Unidos. En el transporte se encontraban 26 niños y el conductor. ¿Te imaginas lo problemático que es controlar a 26 niños llenos de pánico? La solución de los secuestradores fue abominable, por decir lo menos: reunieron a todos los rehenes, los subieron a la caja de un camión y los sepultaron en una cantera.
Después, solicitarían US$ 5 millones a la policía para revelar la ubicación del camión. Estaban seguros de que el gobierno jamás dejaría morir a los pequeños. Los imbéciles jamás consideraron que la emergencia congestionaría la línea telefónica de la estación de policía, haciendo virtualmente imposible establecer contacto con los oficiales. Padres y reporteros llamaban constantemente a las autoridades para recibir actualizaciones de los niños desaparecidos.
Sin saber exactamente qué hacer, los tres sujetos decidieron tomar una siesta y planear el próximo paso después. Afortunadamente, en ese lapso los rehenes lograron escapar de su tumba.
La parte superior del camión no soportó el peso de la tierra y terminó cediendo. Cuando la tierra empezó a ingresar en la caja, los mocosos vieron una posibilidad de escape.
El mayor de los pequeños, Michael Marshall (14 años), y el conductor del autobús, Ed Ray, se organizaron para alcanzar el techo del camión y lograron abrirlo. Los captores ni siquiera se encontraban cerca del lugar cuando los rehenes lograron escapar, de forma que siguieron el sonido de las máquinas hasta localizar a los trabajadores de la cantera. Más tarde ese mismo día, la policía atrapó a los tres secuestradores.
5 – Los rehenes de Saddam Hussein.
En 1990, ante posibles represalias internacionales por la invasión a Kuwait, Saddam Hussein tomó como rehenes a varios soldados occidentales. De forma extraoficial diversos políticos influyentes imploraron al dictador que liberara a los prisioneros, sin éxito alguno. Entonces, en el asunto diplomático intervino una celebridad: Muhammad Ali.
Ali acudió personalmente a Irak para solicitar la libertad de los soldados. En 1985, el boxeador hizo algo parecido en Líbano donde intervino en la liberación de rehenes estadounidenses. Y también sostuvo pláticas con Israel para la liberación de unos chiitas. Está de más decir que fracasó en ambas ocasiones.
Cabe mencionar que el gobierno estadounidense jamás aprobó la intervención personal del boxeador. De hecho, suponían que Saddam capitalizaría la presencia del famoso para hacer propaganda, y tenían razón. Para empeorar las cosas, Ali ya tenía seis años lidiando con la enfermedad de Parkinson. Tras una semana en Bagdad se quedó sin medicamentos y prácticamente no pudo levantarse de la cama. De hecho, el hombre apenas conseguía articular algunas palabras.
Pese a esto, el 29 de noviembre Saddam y Ali se encontraron en una reunión que duró más de una hora. El boxeador se comunicó con lenguaje de señas a través de un intérprete. Su estatus como figura icónica en la cultura musulmana resultó provechoso, por lo que Hussein lo envío de regreso a Estados Unidos con 15 rehenes.