En el séptimo capítulo del libro de Génesis se detalla la forma en que Dios provocó un diluvio para inundar la Tierra y aniquilar a todo aquel que vivía en pecado. Apenas el afortunado Noé, quien escuchó las advertencias de Dios sobre el gran diluvio, logró salvarse a sí mismo, a su familia y a los especímenes de todos los seres vivientes construyendo un arca.
El arca de Noé. ¿Una historia universal?
Hasta la fecha, los historiadores han compilado más de 250 relatos sobre una gran inundación provenientes de culturas esparcidas por todo el mundo. Usualmente enviado por una deidad o grupo de deidades, el Diluvio Universal fue descrito como un acto de retribución divina por el mal comportamiento de la humanidad.
Epopeya de Gilgamesh.
Uno de los relatos más antiguos y populares sobre el Diluvio Universal lleva por nombre Epopeya de Gilgamesh. En este poema se detallan las legendarias hazañas del semidiós Gilgamesh, un personaje que, si existió, probablemente fue un rey sumerio que gobernó en algún punto entre el 2800 y 2500 a.C. En la etapa final del viaje hacia la divinidad, Gilgamesh conoció a Utnapishtim, un sabio que logró sobrevivir a una inundación inconcebible.
De hecho, el dios de los mares, Enki, había encomendado a Utnapishtim construir una gran embarcación donde él y su familia, acompañados por algunos artesanos de su aldea, crías de animales y granos, sobrevivirían al cataclísmico diluvio.
Tras doce días navegando, Utnapishtim abrió la escotilla de la embarcación para observar el mundo y vio las laderas del monte Nisir, donde atracó su barco.
Diluvio en el hinduismo.
En la mitología hindú también aparecen otros relatos de un gran diluvio. Cuentan que Visnú se manifestó en la forma de su avatar Matsia (dios pez) para advertir al primer hombre, Manu, la llegada de una inundación catastrófica. Visnú también ordenó a Manu recolectar todos los granos del mundo y construir una embarcación gigante.
En algunas variantes de la historia, se dice que todos los seres vivos también fueron preservados en este barco. En su forma de pez, Visnú guío la embarcación de Manu a la seguridad que proporcionaban los terrenos altos en las montañas del norte, lugar que muchos han interpretado como los Himalayas.
Los celtas y la muerte del cielo.
En el folclor celta también aparece una historia similar. En este caso, el cielo y la tierra son descritos como dos gigantes. Se decía que el cielo yacía sobre la tierra, sumiendo a los pueblos en la oscuridad. Ante el descontento por esta situación, un grupo de hermanos decidió cortar el cielo en muchos pedazos.
Contaban que la sangre derramada por el cielo provocó una gran inundación, tan extrema que todos los hermanos, con excepción de dos, terminaron muertos. Ese par que sobrevivió al gran diluvio lo hizo por la benevolencia de un Titán, quien les entregó una embarcación.
El Diluvio Universal en otras culturas.
En los registros pictóricos de los antiguos gobernantes incas también se detalla una gran inundación que alcanzó las montañas más altas. Decían que el dios Paricia envió este diluvio para aniquilar a los humanos que no le mostraban respeto. La historia tiene múltiples variantes. En una, todas las cosas creadas desaparecieron, con excepción de un hombre y una mujer que flotaron en una caja. Para la otra, los habitantes de las tierras altas o montañas de los Andes lograron sobrevivir, principalmente porque no se habían entregado al mal.
En la mitología griega, Zeus aparece tan furioso por las constantes guerras entre la raza de bronce que desata una gran inundación como castigo. A sabiendas de que este diluvio aniquilaría a la humanidad, el Titán Prometeo reveló su secreto a su hijo terrenal, Deucalión, y le aconsejó construir un arca. Tras nueve días, el agua empezó a descender y el arca atracó en el Monte Parnaso.
Antes y después del gran diluvio.
Estos relatos sobre inundaciones también están presentes en la mitología nórdica, en la tradición de los pueblos mayas, en las historias de algunas tribus nativas de Norteamérica y pueblos aborígenes en el sur de Australia.
Sorpresivamente, estas narraciones sobre un gran diluvio a menudo funcionan como un marcador en la historia de las civilizaciones que las escribieron. Para los griegos, la inundación provocada por Zeus puso fin a los hombres de la edad de bronce. En la antigua Mesopotamia, la lista de reyes se divide en antes y después del gran diluvio.
En la Biblia cristiana y la Torá hebrea, el período desde la creación hasta la destrucción de toda la vida en la tierra, con excepción de los salvados por Noé y su arca, se define como período antediluviano, cuyo significado literal es “antes del diluvio”.
La ciencia del Diluvio Universal.
La ciencia siempre ha desestimado una inundación capaz de cubrir toda la Tierra, pues un fenómeno de esta magnitud es incompatible con la compresión moderna de historia natural y geología. Sin embargo, no llega a un consenso sobre el hecho de que diversas culturas compartan historias similares sobre una inundación tan devastadora.
Otro elemento inusual en los relatos del Diluvio Universal es la supuesta diferencia en la esperanza de vida entre aquellos que vivieron antes y después de la catástrofe. En el libro de Génesis se menciona que Noé tenía 600 años cuando Dios inundó la Tierra. Curiosamente, esa longevidad también quedó asociada a los reyes que antecedieron la inundación en Sumeria, donde la esperanza de vida se redujo drásticamente tras la catástrofe.
Inundaciones del pasado.
Los estudiosos han intentado explicar de forma individual diversos mitos de inundación. Por ejemplo, se cree que las narrativas sumerias son resultado de múltiples inundaciones en un territorio actualmente comprendido por Irak. En las excavaciones que se realizaron entre 1928 y 1929 en dos sitios arqueológicos al sur de Mesopotamia, Ur y Kish, los arqueólogos encontraron evidencias de inundación con unos pocos meses de diferencia. Estos episodios habrían sido plasmados como un Gran Diluvio tanto en fuentes sumerias como en escrituras hebreas.
En décadas posteriores se encontró más evidencia para concluir de forma sólida el dramático alcance de esta inundación. Numerosas ciudades sumerias antiguas presentaban evidencia de inundaciones. De hecho, una capa de sedimentos fluviales que terminó interrumpiendo la continuidad de los asentamientos conocidos fue datada en el año 2900 a.C., coincidiendo en época con el encuentro que Gilgamesh tuvo con el sobreviviente de la inundación, Utnapishtim.
Por supuesto, algunos expertos niegan que esta evidencia corresponda al Diluvio Universal descrito en el libro de Génesis y otras escrituras.
El diluvio en el Mar Negro.
En 1993, un barco de investigación ruso llamado Aquanaut encontró restos de plantas de agua dulce en el Mar Negro. Al poco tiempo, un equipo internacional de oceanógrafos y geólogos acudió al lugar para investigar a profundidad. Encontraron los restos de una antigua costa, lo que sugiere un aumento abrupto en el nivel del agua de hasta 152 metros en menos de un año. Las antiguas costas del Mar Negro, y todas las poblaciones que las habitaban, quedaron sumergidas por completo a medida que el agua de mar llegaba desde el Mar Egeo.
El agua se tragó más de 60 mil millas cuadradas de tierra. Aunque el índice de inmersión parece polémico, se cree que torrentes gigantescos de agua fueron vertidos sobre el Mar Negro a un ritmo 400 veces mayor al observado en las Cataratas del Niágara. Obviamente, los humanos de aquella época consideraron que la catástrofe era una consecuencia de la ira divina.
Misterio sin resolver.
La datación por radiocarbono de la transición del Mar Negro de agua dulce a microorganismos marinos ubica el momento de este evento hace aproximadamente 7500 o 5500 años.
Los investigadores involucrados en el proyecto mencionaron la posibilidad de que la memoria traumática y colectiva de la inundación del Mar Negro pudiera inspirar la Epopeya de Gilgamesh en los siglos posteriores. Sin embargo, la Dra. Stephanie Dalley rechazó esta propuesta argumentando que existía una amplia separación geográfica y temporal.
Otros sugirieron que la inundación del Mar Negro en el 5,500 a.C. es evidencia de la inundación narrada en la Biblia.
Pese a la contribución de los mejores investigadores internacionales, no se pudo llegar a una conclusión definitiva. Incluso si la hipótesis del diluvio en el Mar Negro es acertada y corresponde a la inundación descrita en el libro del Génesis, ¿cómo fue posible que pueblos nativos de América y Australia supieran de esto? Incluso tras todos estos años de investigación, muchas preguntas permanecen sin respuesta.