En enero de 2020 el Museo de Auschwitz, en Polonia, obtuvo una pieza más de la numerosa evidencia que revela los atroces crímenes cometidos bajo el régimen nazi de Adolf Hitler. Se trata de un álbum fotográfico cuya cubierta está forrada con piel humana. Los especialistas del museo señalan es muy probable que “el material” saliera del campo de concentración de Buchenwald, en Alemania.
Según información divulgada por Elżbieta Cajzer, jefe del departamento de colecciones en el Museo de Auschwitz, el análisis reveló cifras que coinciden con la piel humana, así como poliamida 6 y poliamida 6.6, materiales conocidos popularmente como nylon. “Los polímeros empleados en la producción de fibras sintéticas son algo interesante, pues no se inventaron hasta 1935. Esta información indica la fecha aproximada en que se fabricaron las cubiertas”, señala Cajzer.
“En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, las poliamidas destacaron como novedad tecnológica, y su acceso fue limitado. En el territorio del Reich, las fibras sintéticas se empleaban en la producción de paracaídas”.
Piel humana como material de producción.
Se sabe que en Buchenwald usaban la piel de los prisioneros como materia prima en la fabricación de carteras y encuadernación de libros, por mencionar algunos ejemplos. “La utilización de piel humana como material de producción está directamente vinculada a la figura de Ilse Koch que, en colaboración con su esposo, se ganó un nombre en la historia como la asesina de Buchenwald”, relata Cajze.
El museo señala que este álbum fotográfico perteneció a una familia de Baviera que mantenía un hotel en la época de la Segunda Guerra Mundial. Es probable que el objeto fuera entregado como un obsequio por alguien que laboraba en el campo de concentración.
Al interior del álbum se encuentran más de un centenar de fotografías y tarjetas postales con imágenes panorámicas de paisajes. Desde la perspectiva del museo, esta pieza es “sin lugar a dudas, una prueba del crimen contra la humanidad”.