Los gatos domésticos tienen la reputación de ser animales distantes, complicados y difíciles de entender. En ocasiones, ni siquiera las personas que viven con estos felinos son capaces de asimilar indicios sobre el estado anímico de sus mascotas. Sin embargo, un nuevo estudio hecho en Canadá sugiere que el problema es de las personas, no de los gatos.
Entendiendo a los gatos.
La conclusión de esta investigación, publicada en un artículo del periódico Animal Welfare, señala que los gatos emplean una variedad de expresiones faciales para comunicarse, y apenas el 13% de las personas son buenas detectando el significado.
En el estudio participaron más de 6,300 voluntarios de 85 países, la mayoría de los cuales tenían gatos a su cuidado. La metodología consistió en observar 20 clips de videos sin sonido que mostraban acercamientos al rostro de los gatos, enfocándose en las expresiones faciales. Posteriormente, tenían que especificar el humor de los animales argumentando si transmitían señales positivas o negativos.
Antes, los participantes debían comprender mínimamente a los gatos. Es decir, conocer si estaban saliendo de una interacción positiva, como cuando acaban de alimentarse o recibir cariño. O de una negativa, como cuando están estresados o tienen hambre.
Gran parte del material empleado en la investigación provino de YouTube o veterinarios e investigadores que trabajan con felinos, editados específicamente para enfocar las expresiones de estos animales.
El resultado de éxito fue mucho menor a lo esperado: la puntuación promedio de los participantes fue de 12 aciertos, o 60%. Sólo el 13% de los voluntarios tuvieron un desempeño que podría considerarse bueno, acertando entre 15 y 20 expresiones de los gatos.
El “idioma” de los gatos.
Curiosamente, las mujeres mostraron una mayor habilidad que los hombres a la hora de interpretar correctamente las expresiones de los gatos. También apareció una laguna generacional, donde los jóvenes obtuvieron mejor puntuación que las personas mayores.
“El hecho de que las mujeres muestren un desempeño general superior al de los hombres, coincide con investigaciones anteriores donde se demostró que ellas son mejores a la hora de descifrar demostraciones emocionales no verbales, tanto en humanos como en perros”, menciona Georgia Mason, autor del estudio.
De forma general, las expresiones positivas de estos animales fueron más fáciles de identificar que las expresiones negativas. También se observó que aquellos voluntarios que estaban cerca de los gatos por cuestiones profesionales mostraron mejores resultados. Para los científicos, esto significa que la habilidad de «entender» a los gatos puede aprenderse, lo que podría mejorar el vínculo entre animales y humanos.
Por increíble que parezca, el simple hecho de ser dueño o admirador de los gatos no quiere decir que seas bueno entendiendo a estos animales. ¿Te produce curiosidad saber si eres capaz de entender a los gatos? El equipo de investigación publicó una pequeña prueba para poner a prueba los conocimientos del público.