domingo, 15 de diciembre de 2019

ANECDOTA del idolo . PEDRO INFANTE CRUZ.

Pedro Infante poseia un hermoso sarape de Saltillo que era la admiracion de propios y extraños, y varias personalidades le pidieron que se los regalara, entre ellos dos generales de division, varios artistas, amigos, sus hermanos y hasta su propio padre, pero a todos se los nego ofreciendose a comprarles otro igual.
Pero en cierta ocasion en la que iba de camino a Guadalajara junto con Jose Alfredo Jimenez se detuvieron en un puesto de comida que era atendido por un anciano que tiritaba de frio; y al verlo, Pedro Infante se quito el dichoso sarape y cubrio al anciano con el para que se le quitara el frio, y luego de darle tambien algo de dinero le dijo:
"Andele jefecito, vayase a dormir; ya no es hora de que este aqui".
Y entonces el anciano quiso besarle la mano a Pedro en agradecimiento pero el se nego.
Ahi quedo ese famoso sarape codiciado por tantos.