El pasado 30 de julio te informamos que las autoridades sanitarias y judiciales de West Mifflin, Pensilvania, estaban buscando a una joven acusada de haber orinado sobre un mueble que contenía papas para venta a granel en una sucursal de Walmart.
Según relataron medios locales, la joven fue identificada gracias a las cámaras de seguridad del establecimiento, pero debido a que nadie la vio en el momento de los hechos, no pudo ser detenida.
Tras casi una semana de búsqueda, la policía detuvo a la implicada que, al ver el impacto que tuvo su caso, se entregó admitiendo que era la protagonista de los videos, pero aseguró que no tenía malas intenciones.
Al respecto, Casey White, abogada de la acusada, declaró que su cliente no deseaba afectar ni a las personas ni a la empresa con su desagradable comportamiento, y argumentó que en aquel momento estaba ebria y actuó de forma irreflexiva. Sin embargo, su versión de los hechos no es suficiente para evitar que sea juzgada por distintas faltas y delitos.
Las autoridades indicaron que Brown se enfrenta a cargos por conducta criminal, desorden público, comportamiento obsceno y embriaguez en vía pública.
White añadió que su cliente, identificada como Grace Brown de 20 años no busca estar bajo los reflectores y que no orinó en las papas con tal de convertirse en el fenómeno viral del momento.
El caso tomó especial relevancia debido a que a mediado del pasado mes de julio, se vitalizó un video en que una joven lame un bote de helado y luego lo devuelve al refrigerador de exhibición en donde se vendía. A partir de ese momento decenas de adolescentes comenzaron a imitarla a pesar de que esto podría implicar un delito contra la salud.