jueves, 29 de agosto de 2019

¿Cada cuántos días debo bañarme?

El baño está profundamente asociado a una buena higiene. Pero, contrario a lo que muchos suponen, bañarse todos los días podría ser perjudicial para la salud. Ya sea que no soportes el calor de verano o simplemente utilices la ducha para reflexionar sobre la jornada diaria, si lo haces con demasiada frecuencia podrías propiciar la vulnerabilidad de tu organismo a ciertas infecciones y enfermedades bacterianas. Y es que, al bañarnos, no necesariamente “limpiamos” nuestro cuerpo. Entonces, ¿cada cuántos días deberías bañarte y porqué es un hábito necesario?
dama en la ducha

El hábito cultural del baño diario.

En países donde predominan las altas temperaturas durante gran parte del año, como México, una creencia muy arraigada en la cultura popular es que una correcta limpieza corporal requiere de uno o varios baños por día. Sin embargo, al desarrollar este hábito terminamos perjudicando el Manto hidrolipídico, una especie de escudo protector que produce nuestro organismo sobre la capa más superficial de la piel.
También conocido como “Film”, es una mezcla de sebo y sudor responsable de algunas funciones benéficas para nuestro organismo, como una correcta hidratación de la piel y la subsecuente conservación del agua en el cuerpo. Los baños frecuentes terminan barriendo esta capa de lípidos provocando resequedad e irritación en la piel, de la misma forma que facilitan el ingreso de microorganismos perjudiciales.
De hecho, cuando lavamos nuestra piel una o más veces por día estamos impidiendo que produzca estos aceites naturales para la protección de nuestro cuerpo.

La importancia de los microorganismos en nuestra piel.

Y el hábito del baño diario resulta mucho más perjudicial cuando se emplea agua caliente y esponjas corporales o estropajos. El agua caliente reseca la piel pudiendo desencadenar inflamación y comezón, pero también daña el cabello dejándolo seco y opaco. Por otro lado, el ambiente húmedo y poco ventilado de un baño propicia la proliferación de microrganismos en las esponjas corporales. Después de todo, te estás restregando un cultivo de bacterias que desechaste en tu último baño.
Es importante recordar que no todas las bacterias son malas, como lo revela una investigación conducida por científicos del Centro de Ciencias Genéticas de la Universidad de Utah, en Estados Unidos. El estudió se enfocó en el pueblo yanomami, del Amazonas, y concluyó que la limpieza excesiva resulta perjudicial para el microbioma humano, término que engloba a las bacterias, virus y otros microbios que habitan nuestro cuerpo.
En la investigación se observó que la piel del pueblo yanomami presenta una comunidad mucho más diversa de microbios, así como un mayor porcentaje de bacterias y funciones genéticas que los pueblos occidentales. Contrario a lo que sucede con todas esas bacterias que proliferan sobre las esponjas corporales, las que existen en nuestro organismo refuerzan el sistema inmunitario, contribuyen al correcto funcionamiento de los sistemas corporales y protegen la piel de otras bacterias.

¿Cada cuánto tiempo es recomendable bañarse?

En este punto, tras observar los numerosos problemas que implican los baños, seguramente te estás preguntando cuál es su propósito. Aunque la necesidad de bañarnos frecuentemente atiende a un aspecto cultural, también es cierto que nuestro organismo requiere de baños regulares para equilibrar las colonias de bacterias y deshacerse de las impurezas (incluso aquellas que resultan de la contaminación ambiental), abriendo los poros y permitiendo que nuestra piel respire.
que asco olor
Además, el baño también arrastra sustancias residuales como el sudor. Esa sensación de bienestar que experimentamos tras un regaderazo también es un plus que contribuye a relajar los músculos.
No existe un número especifico de baños que debas tomar por semana, pues todo depende del tipo de clima y la región que habites. Muchos dermatólogos sugieren baños cada dos días. Sabemos de antemano que un baño diario es un hábito difícil de abandonar, sobre todo cuando implica una presión cultural. Por eso, lo recomendable es evitar baños largos y el agua caliente.
Para evitar la irritación de la piel es buena idea adquirir jabón neutro y emplearlo, en algunos baños, solamente para las regiones que producen el temido olor a PACUSO (zona íntima, axilas, pies, manos y cara). Con el resto del cuerpo sólo deberías utilizar agua. Si eres de los que disfruta no bañándose, olvida las imposiciones sociales y no te sientas culpable. Además de cuidar el medio ambiente, estás velando por la salud de tu piel (aunque tampoco se vale exagerar).