Hace un par de días apareció en la costa de Marina de Valencia, España, a la vista de todo el mundo, una serie de esculturas que han generado gran controversia y conmoción pues inspiradas por el arte antiguo griego, muestran imágenes sexuales explícitas.
Las críticas hacia las obras del artista local Antoni Miró no se hicieron esperar e incluso ha llegado ya a las autoridades la exigencia de retirarlas.
Entre las esculturas planas y hechas de metal, destaca la de una mujer masturbándose y la de una pareja teniendo sexo anal.
Las piezas son en realidad sólo un adelanto de una próxima exposición que se llevará a cabo en centro cultural en la zona, indicó una portavoz del consorcio que maneja este espacio en el puerto de la ciudad del este de España.
La asociación conservadora Foro de la Familia afirmó que "la exposición en la vía pública de estas figuras es de muy dudoso gusto" y sentenciaron que podría violar la ley de protección de menores.
El artista rechazó las críticas en declaraciones a la prensa española, explicando que sus esculturas están inspiradas en la cerámica griega antigua y aseguró que a su juicio, la mayoría de las personas ven esto como normal y que más que perturbar a los niños, las imágenes pueden molestar a padres "atrasados".