En poco más de un par de semanas, 113 tortugas marinas aparecieron muertas en una franja de playa de 30 km en la costa del Pacífico de México, cerca de la frontera con Guatemala. Hasta el momento, las autoridades desconocen la causa de este fenómeno; sin embargo, se logró identificar a tres especies diferentes, todas catalogadas en peligro de extinción.
Del total, 102 tortugas pertenecían a la especie Lepidochelys olivacea.
De acuerdo con un comunicado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), hasta el 13 de agosto, 102 de las tortugas muertas eran golfinas (Lepidochelys olivacea), 6 tortugas carey (Eretmochelys imbricata) y 5 tortugas prietas (Chelonia agassizii). Este órgano del gobierno mexicano considera a las tres especies bajo amenaza crítica.
Los animales, machos y hembras, eran todos adultos y presentaban diversos grados de descomposición. La PROFEPA practica necropsias a algunos de estos especímenes y recolecta muestras de tejido para determinar la causa del deceso.
Estas muertes empezaron a registrarse el 24 de julio de este año, fecha en que 26 tortugas fueron encontradas en la pequeña ciudad turística de Puerto Arista, en el estado de Chiapas. En los días posteriores, se descubrieron más tortugas muertas en la misma zona.
Los probables responsables.
Expertos en vida silvestre sospechan que algunas pudieron perecer a causa de las actividades de pesca en el área. Varias de las tortugas que se encontraron el 24 de julio presentaban heridas aparentemente provocadas por ganchos o redes de pesca, de acuerdo con la PROFEPA.
El área costera de Puerto Arista forma parte de un santuario marino protegido, pero ocasionalmente las tortugas marinas en la zona son capturadas por redes de pesca y terminan ahogándose. El día 2 de agosto, las autoridades tuvieron una reunión con los pescadores locales y les solicitaron que practicaran técnicas responsables que garanticen la protección de las especies del océano.
También se recolectaron muestras de agua para comprobar si existe la presencia de toxinas provenientes de las algas. En la costa del Golfo de Florida, en los Estados Unidos, la proliferación de dinoflagelados nocivos generó una marea roja, responsable por la muerte de cientos de peces, mamíferos marinos y tortugas marinas. Por lo que la PROFEPA no descarta que una toxina parecida pueda haber causado la muerte de las tortugas encontradas en las costas del Pacífico mexicano.