El verano de 2018 en el continente europeo ha estado marcado por una sequía récord, fenómeno que ha puesto al descubierto recordatorios que sociedades antiguas plasmaron en el paisaje. Nos referimos a una serie de inscripciones llamadas “rocas del hambre”, esculpidas a través de los siglos en épocas complicadas y firmadas por autores cuyos nombres se perdieron en la historia.
Los registros históricos.
Tradicionalmente, las rocas con los mensajes se ubican bajo la superficie del río Elba. Al norte de la República Checa, en la localidad de Děčín, más de una docena de estas rocas han reaparecido gracias a las condiciones actuales del cuerpo de agua.
De acuerdo con una guía turística de la localidad, la más antigua y famosa de estas inscripciones data del año 1616, cuando alguien esculpió el mensaje “Wenn du mich siehst, dann weine” (“Si me ves, llora”).
Y aunque el registro legible más antiguo en estas “rocas del hambre” date del año 1616, los mensajes hacen referencia a una serie de sequías que habrían iniciado en 1417. En una “roca del hambre” situada en Alemania también se hace referencia a esta última fecha, el mensaje dice: “si vuelves a ver esta roca, entonces llorarás, tan baja como estuvo el agua en el año de 1417”.
¿Son señales del apocalipsis?
La mayoría de estas inscripciones hace referencia a situaciones sombrías como “nosotros lloramos, tú vas a llorar” y “quien alguna vez me vio, lloró. Quien me ve ahora, llorará”.
Los motivos para estas lamentaciones pueden ser diversos. Cuando la sequía y el calor se instalan en la región, generalmente las cosechas son bastante malas, por lo que la comida falta y los precios se disparan. Al descender el nivel del agua, también se complica el transporte fluvial, lo que amenaza el sustento de aquellos que viven a lo largo de la costa.
Con el río Elba a su nivel más bajo en los últimos 50 años, la sequía actual también nos remite a otro tipo de miseria: granadas y bombas no detonadas de la Segunda Guerra Mundial, que durante los últimos 70 años se han estado corroyendo en estas aguas, reaparecieron a últimas fechas.
Y aunque los expertos no pueden deducir lo que el más reciente verano caliente en el hemisferio norte anuncia para el futuro, no todas las inscripciones antiguas en Děčín parecen profecías de terror. Al menos una de estas “rocas del hambre” muestra un poco de optimismo: Neplac holka, nenarikej, kdyz, je sucho, pole strikej, algo como “No llores, pequeña, no te aflijas. Cuando esté seco, sólo pulveriza tu campo”.