No hay nada más difícil que superar el 'osazo' de haberte caído en tus XV primaveras, tu presentación ante el mundo, tu cambio de niña a mujer...
Pero la emoción de tener tremenda fiesta para ti (nada como la de Rubí y su chiva), te anima a realizar retos del demonio de los que seguramente te arrepentirás en 5 años, por no decir más.
A esta quinceañera, por ejemplo, no le bastó con lucirse en un 'peindazo', sino que además hizo que sus chambelanes la levantaran por el aire para moverse incómodamente y terminar en el suelo. Pobre. Hasta los calzones se le vieron.