Myrtle Beach, en Carolina del Sur, Estados Unidos, fue el escenario para American Reflexxx, un cortometraje que documenta un experimento social protagonizado por la artista de performance Signe Pierce y filmado por Alli Coates. En las imágenes observamos a una mujer vestida provocativamente que porta una máscara reflejante mientras camina por una concurrida avenida costera. Pierce y Coates acordaron no entablar comunicación con las personas hasta que el experimento terminara, pero ninguna anticipó el horror del que serían testigos en poco menos de 60 minutos.
El resultado es un espectáculo que te llega al corazón e, indudablemente, te hace cuestionar temas como los estereotipos de género, la mentalidad de masas y la violencia en los Estados Unidos.
En el cortometraje, podemos observar lo rápido que la situación se sale de control y lo fácil que resulta para las personas acosar a un individuo cuando perciben que no hay repercusiones por sus actos. Pero tan pronto como son confrontados, emprenden la huida.
Actos que parecerían completamente indignantes e inaceptables, como los empujones e insultos a una persona que no está haciendo nada más que caminar, se convierten en acciones aceptables y lógicas pues nadie en el grupo se manifiesta en contra.