En los hospitales, los equipos médicos están acostumbrados a ver de todo: huesos rotos, cortadas enormes, reacciones alérgicas... lo que también es usual para ellos es atenderemergencias relacionadas con asuntos sexuales que pueden ir desde una ruptura de pene, hasta un dildo atascado en alguna cavidad.
A pesar de que hemos sabido de muchos casos como los antes mencionados, pocos han sido tan extremos como el de un hombre de 31 años que acudió a la sala de emergencia del Grand Hospital de Milán y relató que llevaba aproximadamente un día con un juguete sexual de 60 centímetros en su interior.
El paciente había intentado sacarlo con sus propias manos, pero al no lograrlo, tuvo que aguantar el bochorno y acudir por ayuda profesional.
Sin éxito, los médicos intentaron sacarlo. Ante el fracaso de las técnicas básicas,comenzaron a hablar de una cirugía, pero para suerte de todos, justo antes de recurrir a la intervención, tuvieron una idea.
Crearon una nueva herramienta fusionando un catéter de guiado y una sonda. Así crearon una especie de lazo con el que lograron desencajar el objeto de la pared del ano y extraerlo.
La noticia se hizo popular alrededor del mundo pues los médicos esperan que este nuevo instrumento sea útil en otros casos de atasco gastrointestinal.