Tal vez no sepas, pero la manutención de un césped requiere de mucho trabajo y dedicación. Para que esté perfecto hay que ser muy cuidadosos a la hora de fertilizar, regar y cortar. En la cultura estadounidense, un césped verde y bien podado frente a una residencia es considerado por muchos un símbolo de estatus. Es tan cierta la anterior afirmación que un pasto descuidado puede llegar a generar problemas con los vecinos más quisquillosos.
El césped y la aristocracia en Europa.
En la historia de la civilización humana, el césped apareció como símbolo de estatus por primera vez con la aristocracia europea. En el pasado, los castillos en Francia e Inglaterra estaban rodeados por grandes campos de césped. La aparición de plantas rastreras no fue por casualidad, toda vez que las inmediaciones de los castillos debían mantenerse libres de árboles para que los soldados tuvieran una visión clara de las amenazas. Sin árboles grandes, las hierbas brotaban naturalmente sobre los campos.
Los castillos franceses e ingleses empezaron a cultivar deliberadamente hierbas rastreras alrededor de los castillos en el siglo XVI. Aunque en esa época los campos estaban cubiertos por manzanilla y tomillo, en lugar del césped propiamente dicho. La elección de estas plantas tenía mucho sentido, pues requieren mucho menos cuidado que el césped tradicional.
El césped como símbolo de estatus.
El césped pertenece a la familia de las gramíneas, un grupo de plantas herbáceas que abarca más de 9000 especies diferentes distribuidas alrededor del planeta. En el siglo XVII, el césped empezó a popularizarse entre los ricos. Un ambicioso proyecto paisajista en los Jardines de Versalles introdujo un “tapete verde” (tapis vert) por nada más que la ambición estética.
En poco tiempo, la élite europea adoptó y popularizó la práctica, que inicialmente se valía de animales de pastoreo para mantener el césped corto y eventualmente generó la aparición de una nueva profesión, con personas dedicadas exclusivamente al mantenimiento del césped. Sin la tecnología para cortar césped de la que disponemos en la actualidad, se requería de mucha mano de obra para arrancar y recoger hierbas dañinas en los grandes campos. Por eso, un campo cubierto de césped en buen estado, limpio y libre de excrementos de animales pasó a considerarse símbolo de estatus.
Diversos factores contribuyeron a que el césped se popularizara. En 1830, Edwin Budding desarrolló el primer dispositivo para cortar césped que se popularizó a finales del siglo XIX. El invento puso fin a la costosa mano de obra, por lo que el césped como elemento decorativo se hizo más accesible para las personas comunes.
Las casas con césped.
Posteriormente, Frederick Law Olmstead “el padre del paisajismo americano” empezó a diseñar conjuntos suburbanos donde cada residencia contaba con su propio césped. Así, la idea de que las casas debían contar con césped quedó todavía más arraigada en la cultura estadounidense.
Los individuos que decidían alejarse de la industrialización que imperaba en las ciudades se dedicaron a crear sus propios jardines verdes, un ambiente que contrasta con la monotonía del concreto. Para facilitar el trabajo, adquirieron cortadores de césped de fabricación industrial para mantener sus jardines en perfectas condiciones.
Por si fuera poco, el golf empezaba a popularizarse en los Estados Unidos y la práctica adecuada de este deporte requiere de un césped verde y exuberante. Esto condujo a la popularización del tipo de césped que conocemos en nuestros días. En los albores del siglo XX, la United States of America Golf Association (USGA) encomendó una extensa investigación sobre cultivo y manutención del césped, todo con el fin de popularizar el deporte en zonas urbanas.
Levittown y las casas con césped en los Estados Unidos.
A finales de la década de 1940 y principios de 1950, Abraham Levitt fundó un gran conjunto habitacional suburbano en los Estados Unidos llamado «Levittown«. Este hombre y sus hijos crearon el primer suburbio donde los patios cubiertos de césped saludable ya estaban instalados incluso antes de que llegaran los nuevos dueños.
El césped fue tan importante para estos vecindarios que los nuevos propietarios recibían panfletos y folletos sobre la importancia de mantener el césped en perfectas condiciones, con recomendaciones específicas para mantenerlo verde, exuberante y libre de hierbas dañinas. Mejor aún, las propiedades en Levittown estaban diseñadas para ser relativamente baratas y muy populares, con más de 17 mil unidades tendidas en amplios suburbios, un proyecto que contribuyó al establecimiento de un estándar que siguieron otros emprendimientos inmobiliarios en los Estados Unidos.
Los habitantes de Levittown y otros asentamientos recibieron tan bien la propuesta que el césped se convirtió en una característica general de los suburbios estadounidenses, fenómeno que se mantiene hasta nuestros días. De acuerdo con algunas estimaciones, 8 de cada 10 residencias en los Estados Unidos poseen césped. Y la industria dedicada a la creación y manutención de estas áreas mueve alrededor de US$ 40,000 millones al año.
El problema del agua y el césped.
El riego de todas las plantaciones de trigo y maíz en los Estados Unidos ni siquiera se acerca a la cantidad de agua utilizada para mantener el césped en las residencias. Si tomamos en cuenta el consumo de agua que exige esta costumbre, el césped se convertiría en el principal «cultivo» de los Estados Unidos.
Alrededor de una tercera parte de toda el agua pública se usa para regar césped, pudiendo llegar al 70% en las regiones más áridas del país, según las estadísticas publicadas por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos. Aunque el césped figura como un recurso estético atractivo, en términos de recursos hídricos puede representar un serio problema.