En la era de la información somos constantemente bombardeados por datos sorprendentes que intentan convencernos de cosas que pueden o no resultar verdaderas. Aunque en Internet prevalece mucha información fantasiosa, ocasionalmente encontramos datos curiosos que, aunque parezcan irreales para nuestro cerebro, resultan auténticos.
A continuación, te presentamos una recopilación de hechos curiosos que, aunque parecen exagerados, no faltan a la verdad. Te darás cuenta que algunas cosas resultan mucho más sorprendentes de lo que parecen.
1 – China utilizó más concreto entre 2011 y 2013 que Estados Unidos durante todo el siglo XX.
Es una afirmación tan atrevida que parece completamente falsa, sobre todo si tomamos en cuenta que durante el siglo XX Estados Unidos se dedicó a construir sus grandes carreteras, puentes, presas, rascacielos y redes de transporte en general. Sin embargo, la afirmación es auténtica.
Los datos de la US Geological Survey señalan que, entre 1901 y el 2000, los estadounidenses emplearon 4.5 gigatoneladas de cemento. Por otro lado, la información divulgada por la International Cement Review apunta que los chinos emplearon 6.4 gigatoneladas de cemento en un período de tres años (2011 y 2013). La cantidad de cemento empleada por China es tan colosal que podría construirse un estacionamiento del tamaño de Hawái (28,311 km²).
El acelerado consumo de cemento por los chinos se debe, entre otros factores, a la tasa de crecimiento poblacional. El índice de crecimiento de los chinos ha sido mucho mayor en comparación con el que Estados Unidos registró en el siglo XX. Por si fuera poco, cada año más de 20 millones de residentes chinos que habitan en zonas rurales se mudan a las grandes ciudades, un fenómeno que ha disparado el desarrollo de la construcción civil en el país.
2 – El ahogamiento figura entre las principales causas de muerte accidental en el Sahara y otros desiertos del planeta.
Los desiertos suelen evocar imágenes de calor extremo, dunas interminables de arena y falta de agua; sin embargo, estos sitios no son tan ajenos a la lluvia como parece. Aunque los desiertos se mantengan secos a lo largo del año, pueden presentar lluvias repentinas y pesadas que fácilmente se convierten en una inundación.
En el desierto del Sahara, una tormenta llegó a producir la cantidad récord de 44 milímetros de lluvia en apenas tres horas, mientras otras grandes tempestades en la zona han llegado a producir hasta un milímetro de lluvia por minuto. Como aquí no existen sistemas de drenaje para el agua, que sí están presentes en sitios donde ocurren precipitaciones regulares, la excesiva cantidad de líquido puede inundar rápidamente partes del desierto. Otro factor que contribuye a las inundaciones es que el suelo seco arcilloso no logra absorber con suficiente rapidez el agua.
Además, algunos desiertos arenosos presentan otra clase de amenaza: las arenas movedizas y tormentas de arena. Al saturarse de agua, la arena se transforma en una sustancia semilíquida que puede alcanzar un grado de viscosidad muy alto. Cuando el problema no son las lluvias, tenemos a las devastadoras tormentas de arena que pueden alcanzar rachas de viento de hasta 100 km/h.
3 – Una de cada cuatro especies animales es de escarabajo.
Actualmente existen alrededor de 36,000 especies de vertebrados, incluidas 4,000 especies de mamíferos y 9,040 especies de aves. Pero, hablando de invertebrados los científicos estiman que el número de especies asciende a entre 1.5 y 10 millones. Los más atrevidos señalan que esta cifra puede alcanzar los 30 millones.
De todas las especies animales identificadas en la Tierra, 75% son insectos. Con aproximadamente medio millón de especies, los escarabajos representan el 40% de todas las especies conocidas de insectos y el 25% de todas las especies animales catalogadas a la fecha. ¿Te has preguntado por qué resulta tan fácil encontrar a estos insectos en prácticamente cualquier lugar? Son demasiados.
4 – Las palomas (machos y hembras) producen leche para alimentar a las crías.
A diferencia de la leche tradicional que producen los mamíferos, la producida por las palomas se llama «leche de buche»: una sustancia amarillenta de textura semisólida. Irónicamente, la leche de buche es muy rica en grasas y proteínas, mucho más que la leche de vaca o humano. Además, esta sustancia también contiene antioxidantes y vitaminas que mejoran el sistema inmunológico de las crías.
Una vez que las crías de paloma rompen el cascarón, los adultos dejan de alimentarse para mantener la leche de buche libre de semillas poco digeribles por las crías. En la segunda semana, los padres introducen en la leche porciones de semillas ablandadas y, en la tercera semana, las crías empiezan a recibir otros alimentos blandos. Tanto pingüinos como flamencos producen una sustancia parecida a la leche de buche para alimentar a sus crías.
5 – En 1987, American Airlines ahorró US$ 40 mil retirando una aceituna de cada ensalada que sirvió en primera clase.
Para reducir costos y aumentar la eficiencia las empresas tienen muchas tácticas, y una de las más simples es eliminar lo inútil o redundante. Un buen ejemplo de cómo se puede lograr un ahorro considerable con acciones simples vino de American Airlines. La aerolínea descubrió que sus pasajeros de primera clase consumían ensaladas, pero, la gran mayoría, ignoraba las aceitunas. El CEO de la compañía en aquella época, Robert Crandall, dejó de servir aceitunas y economizó decenas de miles de dólares.
La Southwest Airlines hizo algo semejante en 1994 al dejar de imprimir su logotipo en las bolsas de basura, acción que se tradujo en un ahorro anual de US$ 300 mil para la compañía. United Airlines retiró las toallas desechables en los vuelos cortos y también el jugo de toronja, que resultaba mucho menos popular que el de naranja, logrando ahorrar la friolera de US$ 200 mil.
6 – Los seres humanos solían cazar persiguiendo animales hasta cansarlos.
Aunque muchos animales pueden correr más rápido que los humanos en distancias cortas, nuestros antepasados empleaban una estrategia de caza a larga distancia que sólo se ha observado en lobos, perros salvajes africanos y hienas.
Correr implica un gasto energético considerable y el aumento de la temperatura corporal. Para que el cuerpo mantenga su funcionamiento normal debe perder calor y los animales lo hacen a través del jadeo, mientras los humanos se valen del sudor. La transpiración es un medio mucho más eficaz de termorregulación y proporciona a los humanos una ventaja increíble sobre otros animales cuando se trata de correr grandes distancias. Una de las pocas excepciones son los caballos.