lunes, 27 de enero de 2020

Localizan cráter de uno de los mayores impactos

Cuando un asteroide de dimensiones considerables llega a la superficie de la Tierra, el violento impacto deja rastros inconfundibles que se esparcen mucho más allá de la zona afectada. Por supuesto, además de un cráter enorme, una colisión de esta magnitud libera una cantidad de energía tan alta que derrite la roca y produce pequeños objetos de vidrio llamados tectitas. Gracias a estos minerales, una investigación descubrió que hace 800 mil años nuestro planeta fue escenario de un impacto con estas características.
impacto de un asteoride
Ese impacto resultó tan extremo que las tectitas terminaron diseminadas en el 10% de la superficie terrestre. Durante el último siglo, los investigadores han recolectado miles de estos pequeños objetos en diversas zonas del planeta. En Antártida y Australia, también en diversos lugares del océano Pacífico e Índico. Sin embargo, es en el Sudeste Asiático donde se concentra la mayor cantidad de tectitas. En países como Camboya, Laos y Vietnam son muy abundantes.

El cráter fantasma.

Por eso, los investigadores concentraron esfuerzos en esta zona para buscar una pieza clave del rompecabezas: el cráter, con una extensión estimada de varios kilómetros y decenas de metros de profundidad. ¿Cómo es posible que un pozo de estas dimensiones pueda ocultarse durante tantos años? Bueno, de acuerdo con el equipo internacional de investigación, el cráter se mantuvo oculto por estar, literalmente, sepultado por una gruesa capa de roca ígnea.
En el artículo que se publicó hace unos días en el Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores detallan la evidencia que los llevó a concluir que el cráter fantasma se encuentra en un antiguo campo volcánico al sur de Laos. Kerry Sieh, líder del equipo y geólogo de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, señala que el cráter de impacto se ubica en la Meseta de Bolaven, un denso y elevado bosque paradisíaco repleto de hermosas cascadas.
meseta de bolaven en laos cascada
Cascada en Laos, en la Meseta de Bolaven.
Tras múltiples intentos infructuosos por ubicar la estructura en el Sudeste Asiático, una zona que no posee gran actividad en fuerzas geológicas y erosiones que suelen «borrar» los cráteres, los investigadores decidieron echar un vistazo a este lugar. Resultaba prometedor pues, según los cálculos, los depósitos de lava se acumularon hace entre 780 mil y 51 mil años, un período perfecto para enterrar la evidencia de la colisión. Además, el volumen de lava coincidía.
Algunas estimaciones sugieren que el campo alcanza los 300 metros bajo tierra, más que suficiente para cubrir los 90 metros de profundidad del cráter. En primer lugar, los científicos se enfocaron en comparar la composición de las tectitas con las rocas locales. A continuación, recurrieron a una técnica más sofisticada: medir los campos gravitacionales alrededor de la meseta.

Campo gravitacional.

Como las grandes colisiones terminan «barriendo» el área afectada de los minerales originales, con el paso del tiempo el pozo se va llenando de materiales rocosos y sedimentos menos densos. Esto provoca que la gravedad sobre un cráter de impacto sea un poco más baja que su entorno. Y sí, en Bolaven apareció esta ligera discrepancia. Entonces, pudieron estimar el tamaño del cráter sepultado.
vidrio estrellado por una roca
A partir de los datos gravitacionales, se concluyó que mide 18 kilómetros de largo y 13 km de ancho. Finalmente, los científicos se dedicaron a buscar señales directas del violento impacto en las capas rocosas en un radio que abarcaba varios kilómetros. Localizaron dos pendientes de arenisca que, aparentemente, fueron golpeadas por los escombros.
El análisis microscópico reveló que los granos de cuarzo en estas rocas estaban fracturados, otro indicio de que se produjo una colisión muy cerca. Pese a toda la evidencia sólida recolectada, todavía no es posible declarar a la Meseta de Bolaven como el lugar de impacto del gran meteorito que cayó en la Tierra hace 800 mil años. La certeza absoluta se tendrá cuando se realicen excavaciones en el lugar. Sin embargo, todo indica que el cráter perdido finalmente se localizó.