lunes, 19 de noviembre de 2018

Una breve biografía de Stan Lee

Resulta complicado determinar el legado de una persona a su paso por este mundo; sin embargo, los números ayudan mucho cuando se habla de Stan Lee. El hombre fue responsable por la creación de 361 personajes (desde periodistas malhumorados, pasando por villanos, hasta los clásicos superhéroes). En el mundo del cine y la televisión se le dio el crédito como productor ejecutivo en 164 obras y llevó a cabo 121 actuaciones, ya fuera como un doble de voz, personaje de un dibujo animado o en las 33 participaciones que tuvo en las películas de Marvel, producciones que en la última década le han dejado a Disney más de US$ 17,000 millones en ganancias.

stan lee
El pasado lunes 12 de noviembre, Stan Lee murió a los 95 años de edad. Y en su existencia de casi un siglo, este hombre cambió para siempre la historia del entretenimiento. En una historia con tintes heroicos, Lee empezó una carrera a muy temprana edad, perdió amigos y se convirtió en la referencia mundial de los cómics.

La obsesión por el trabajo.

Stanley Martin Lieber llegó a este mundo el día 28 de diciembre de 1922, en Nueva York. Su familia era de escasos recursos, su padre se desempeñaba como sastre y su madre se dedicaba a labores domésticas, ambos judíos rumanos que acababan de emigrar en busca del sueño americano. Y una situación que ya era complicada se volvió todavía peor con el paso del tiempo: cuando Stanley tenía 9 años, a la familia Martin Lieber se sumó un nuevo hijo. Desafortunadamente, su padre formaba parte de las alarmantes estadísticas de desempleo que se dispararon durante la Gran Depresión en 1929.
“Atestiguar el efecto desmoralizante que el desempleo provocó en su espíritu, haciéndolo sentir prescindible, me provocó un sentimiento que nunca pude olvidar”, relató en su autobiografía Excelsior!: The Amazing Life of Stan Lee (el término «excélsior» era el lema principal de Lee, haciendo referencia a lo “increíble” y “majestuoso”). “Es un sentimiento de que lo más importante para un hombre es tener trabajo por hacer, ocuparse, resultar útil”.
stan lee en la segunda guerra mundial
Stan Lee participó en la Segunda Guerra Mundial como parte del US Army Signal Corps.
Esta arraigada necesidad de trabajar (y por ganar dinero al comienzo de su carrera) quedó de manifiesto durante toda su vida. En 1939, con apenas 16 años de edad, Stan Lee consiguió su primer empleo. Dado que tenía talento para la escritura, intentó sacar provecho de todas las formas posibles: inició escribiendo esquelas para periódicos y panfletos publicitarios para un hospital.

Llegada a Timely Comics.

Sin embargo, su primer gran trabajo fue producto de la suerte: una de sus primas recientemente se había casado con Martin Goodman, el propietario de Timely, una editora que empezaba a involucrarse con la nueva moda de los cómics. Stanley estaba interesado en el dinero, aunque con un poco de vergüenza. Empezó escribiendo guiones para la empresa, pero bajo un apodo: Stan Lee. La verdad es que pretendía ocultar su verdadero nombre para cuando escribiera algo realmente bueno.
stan lee conferencia

Pero le fue tomando gusto al ambiente, sobre todo cuando observó a los dibujantes realizar trabajos interesantes: Carl Burgos había inventado la historia de un hombre que se prendía en llamas, y lo había apodado Antorcha Humana. Jack Kirby y Joe Simon relataban las aventuras de un soldado que peleaba contra los nazis: el Capitán América. Mientras que Bill Everett escribía sobre Namor, un príncipe de las profundidades del océano. Llegó una época en que el editor tuvo malos entendidos con Goodman, y el departamento de cómics de Timely se quedó sin supervisor.
“Me volteó a ver y preguntó: ‘¿puedes hacer esto?’. Tenía 17 años. ¿Qué puede saber uno a los 17 años? Le dije ‘por supuesto, puedo'”, relató en un artículo del sitio Inc. “Martin tal vez se olvidó de mí, pues simplemente me dejó en el puesto. Y me encantó. Era tan joven que llegaba a ser incómodo. De vez en cuando alguien se presentaba en la oficina y preguntaba ‘¿muchacho, dónde encuentro al editor?'”.
Pero, resulta que Timely no era precisamente una fanática de los superhéroes. Goodman sólo quería ganancias, así que cuando una tendencia aparecía recurría a los cómics para ganar algo de dinero. Si la competencia empezaba a vender bien historietas con la temática wéstern, allá iba Lee a lanzar pistoleros en sus páginas. Si las historias de terror se ponían de moda, Stan debía asustar a los lectores.
the imp comic

Lee jamás fue un seguidor de estas tramas ni de la dinámica en Timely, pero tenía dinero en la bolsa y no quería renunciar para quedar en el desempleo (tal vez como consecuencia del profundo trauma que su padre sin trabajo le dejó), entonces se aguantó. Y lo hizo durante 20 años. Hasta que finalmente se hartó. “[Fue cuando] le dije a mi esposa ‘estoy estancado, creo que voy a renunciar’. Ella me dio el mejor consejo en este mundo, me dijo: ‘¿por qué no escribes una historia de la forma que tú deseas, en lugar de hacer lo que Martin quiere? […] Lo peor que puede pasar es que te despida'”.

Marvel y Stan Lee.

Lee siguió el consejo de su mujer: recientemente había leído la Liga de la justicia y había quedado maravillado con la historia. Entonces, armó su propio equipo: Los 4 Fantásticos. La innovación de Stan Lee con esta historia fue que dejaba de lado a los personajes perfectos y mitológicos, otorgando superpoderes a una familia disfuncional. Entonces, los superhéroes ya no eran tan súper.
los cuatro fantasticos 1961

Y las ventas se despegaron a partir de entonces, Stan empezó a crear todos esos personajes por los que se le recuerda hoy. Spiderman, X-Men, Hulk. Prácticamente todos esos personajes que vendieron miles de millones de dólares en los cines nacieron en esta época. Edición con edición, el legado de Stan Lee se consolidaba.
Funcionó tan bien que Martin decidió cambiar el nombre de la empresa, pues había dejado de seguir las tendencias y se enfocaba en los superhéroes. Se dieron cuenta que la primera figura mitológica que apareció en las páginas de la empresa fue la Antorcha Humana, en un cómic que se tituló “The Marvelous Tales“. Y así fue como nació Marvel.
x men (septiembre de 1963),
A Martin dejaron de interesarle los negocios y decidió vender la empresa, con la condición de que su hijo, Chip, asumiera la presidencia en la nueva administración. Pero su trabajo no agradó a los accionistas, quienes preferían a Lee a la cabeza. Y así pasó de editor a jefe de la principal editora de cómics en la época. Era el puesto que coronaba todo el trabajo realizado por Stan.

“Civil War” en Marvel Comics.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas. Algunos de los principales dibujantes de Marvel empezaron a tener conflictos con Lee. John Romita, Steve Ditko, Jack Kirby, que dibujaron respectivamente al Hombre Araña, Doctor Strange y Los Vengadores, todos tuvieron problemas con Lee. Uno por uno, aseguraban que Stan tomaba el crédito por su trabajo. Son reclamos que hasta hoy producen demandas judiciales millonarias. En 2007, en una entrevista para la BBC, Stan Lee dejó muy en claro lo que opinaba sobre el tema.
“Realmente creo que el sujeto que soñó con una cosa es su creador. Idealizas esto y le pides a alguien que lo dibuje…”. Aunque el diseño puede considerarse crucial para los personajes. Por ejemplo, resulta complicado imaginar al Hombre Araña sin su clásico disfraz. Cuando el entrevistador sugirió que si otra persona hubiera dibujado a los personajes, tal vez no tendrían tanto éxito. Lee respondió: “entonces habría creado algo sin éxito”.
cameo de stan lee en el hombre araña pelicula
Incluso más allá de Marvel, a últimas fechas Lee había pasado varios tragos amargos. El año pasado, Joan Lee, la mujer con que había estado casado durante 69 años, falleció. Varios meses después, unas enfermeras lo acusaron de acoso, demandó a un empresario por fraude y abuso, y se le vio en una sesión de autógrafos preguntando como se deletreaba su propio nombre.

Un legado innegable.

stan lee soriendo

Sin embargo, entre tantos problemas es imposible no reconocer el mérito de Stan Lee, pues logró entender a la sociedad en que vivía construyendo personajes con los que las personas podían identificarse. No fueron los poderes del Hombre Araña los que le valieron todos esos seguidores, fueron las imperfecciones de Peter Parker. No fue la magia de Doctor Strange, fue la representación artística de la experiencia que significaba un viaje de LSD (una de las principales drogas de la época).
Lee observó una realidad que podía extrapolar a sus páginas, bastaba con que alguien volara o resistiera las balas para que las cosas se pusieran un poco más entretenidas. Si los grandes poderes conllevan grandes responsabilidades, Lee supo responder muy bien. Y en una historia donde en un momento se le consideraba héroe y en otra villano, poco a poco su biografía se fue pareciendo al mundo que imaginó, dando origen a un héroe cuyo mayor poder es, sin lugar a dudas, su enorme legado.