Los familiares no tenían idea de los motivos de su desaparición hasta quelocalizaron su cuerpo al interior de una enorme serpiente. “Cuando cortaron el estómago de la pitón, encontraron el cuerpo de Tiba aún intacto y con toda su ropa puesta”.
El pasado 15 de junio, una mujer de 54 años fue localizada sin vida en la isla de Sulawesi, en Indonesia, tras haber sido engullida entera por una pitón de 8 metros, según lo publicado por el Yakarta Post.
Tan sólo una noche antes, esta mujer, que en vida respondía al nombre de Wa Tiba, había dejado la localidad de Persain Lawela para atender un huerto propio que se ubica aproximadamente a un kilómetro de su hogar. La familia de Tiba declaró que a menudo se dirigía a revisar el huerto pues los jabalíes salvajes solían ingresar a comerse los cultivos.
Al notar la ausencia de Tiba al amanecer, su hermana se dirigió a buscarla en las inmediaciones del huerto. Lo único que pudo encontrar fueron las pertenencias de su hermana, incluido un machete, una lámpara de mano y un par de sandalias.
Inmediatamente, un grupo conformado por aproximadamente un centenar de habitantes del lugar emprendió la búsqueda por Tiba. Al poco tiempo y a escasos 30 metros del lugar donde estaban las pertenencias de Tiba, encontraron una pitón reticulada de aproximadamente 8 metros de largo con un vientre extremadamente pronunciado.
“Los habitantes ya sospechaban que la serpiente se había tragado a la víctima, así que la mataron y la sacaron del huerto”, declaró el jefe de la policía, identificado con el nombre de Hamka.
Posteriormente, transportaron la pitón a la aldea y los habitantes empezaron a abrir la carcasa. En el interior encontraron el cadáver de Wa Tiba, quien había sido engullida a partir de la cabeza.
“Al cortar el vientre de la serpiente, encontraron el cuerpo de Tiba aún intacto y con toda su ropa”, declaró el jefe de la aldea.
La temible pitón reticulada.
Las pitones reticuladas (Malayopython reticulatus), como la que mató a Tiba, son las serpientes más grandes del planeta y se encuentran ampliamente esparcidas por Indonesia así como en otras regiones del Sudeste Asiático. Estos animales, que pueden alcanzar los 8 metros de largo y pesar más de 130 kg, recurren a sus impresionantes dimensiones para matar a sus presas por constricción antes de engullirlas completas para digerirlas a lo largo de días e incluso semanas.
Generalmente se alimentan de presas que poseen alrededor de una cuarta parte de su tamaño, como monos y cerdos, y los reportes de seres humanos atacados por estas pitones son muy raros. Sin embargo, es importante mencionar que se trata del segundo ataque de una pitón a un ser humano en Indonesia en lo que va del año.
En un incidente similar que ocurrió en marzo de 2017, un granjero de 25 años de edad fue engullida por una pitón al este de Sulawesi mientras cosechaba sus cultivos. Aparentemente, tener un huerto en Indonesia puede ser una actividad extremadamente peligrosa.