domingo, 3 de junio de 2018

Mao Sugiyama, el loco que cocinó sus genitales

En el año 2012, a través de un tuit el ilustrador japonés Mao Sugiyama informó: “Por favor, retweet. Estoy ofreciendo mis genitales masculinos (miembro, testículos y escroto) como un platillo a cambio de 100,000 yenes. Los prepararé y cocinaré donde lo solicite el comprador, en el sitio de su elección”. Cinco personas pagarían US$ 250 por el platillo de Sugiyama. Desafortunadamente, la comida por sí sola y las repercusiones legales terminarían arruinando el banquete.

Mao sugiyama
Mao Sugiyama emprendió este proyecto tras la remoción quirúrgica de sus genitales en un procedimiento conocido como “anulación de género”. La cirugía se llevó a cabo el día de su cumpleaños número 22, y después los genitales fueron congelados y debidamente empacados.
Dos meses después, protagonizaba un banquete con música en vivo, un panel de invitados y, evidentemente, el plato principal que fue servido con una guarnición de perejil y setas.
 El banquete artístico de Mao Sugiyama.
Al principio, Sugiyama consideró la posibilidad de comer sus propios genitales; sin embargo, optó por llevar a cabo una exposición artística. Autoproclamado como una persona asexual, Sugiyama terminó convenciéndose de que no los necesitaba para llevar a cabo su arte.
Tras la avalancha de atención que logró con su publicación en Twitter, Sugiyama optó por convertir su evento en un banquete público al que tituló “Ham Cybele, Century Banquet”.
En Anatolia, Cibeles era considerada la Diosa de la madre tierra y una representación de la fertilidad. En Japón, la palabra ham (jamón) se utiliza para referirse, generalmente, a la carne procesada. Además, HC es el apodo artístico de Sugiyama. Por otro lado, “siglo” en japonés es homófona de “genitales”.
Sugiyama cocinando
Sugiyama prepara el platillo estrella.
Sugiyama declaró que había tenido una juerga sexual durante un mes antes de la operación para asegurarse de no sentir arrepentimiento, y que se había sometido a análisis clínicos donde no encontraron ninguna enfermedad venérea. A pesar de esto, los comensales debieron firmar una carta de consentimiento donde no lo hacían responsable por cualquier tipo de enfermedad adquirida a través del “alimento”.

El gran evento y los invitados.


Alrededor de 70 personas se dieron cita en el banquete, celebrado en una sala de eventos en el barrio Suginami, en Tokio. Sugiyama, vestido de chef, sazonó y cocinó a fuego lento los genitales en una estufa de gas portátil. Cinco “afortunados” comensales terminaron pagando el monto acordado por el platillo “especial”, mientras el resto se deleitaba con carne de res y cocodrilo.
El gran banquete
Entre los cinco individuos que desembolsaron el dinero había un matrimonio, un dibujante de manga, una mujer de 22 años y un organizador de eventos. Sus edades oscilaban entre los 22 y 32 años. Una vez que la cena fue servida, los presentes escucharon la discusión del panel y un recital de piano.
En las fotografías del platillo puede observarse un miembro rebanado en trozos, un testículo seccionado y piel escrotal con pelo púbico de 3 mm. Todo esto adornado con perejil y setas.
Desafortunadamente para los comensales, el platillo resultó decepcionante. Algunos describieron la textura del miembro como gomosa y con un sabor insípido.
Seguramente estás pensando que no supo prepararlo y de acuerdo con J. Kenji Lopez, gerente de dirección culinaria en Serious Eats, así fue: “el chef no lo cocinó de la forma correcta. Qué gran desperdicio de un miembro perfecto. El pene es muy correoso y debe cocinarse muy lentamente, ya sea en sous-vide o a fuego lento” escribió.
Culinaria mao sugiyama japon

Las consecuencias legales.

En esa época, Mao Sugiyama bromeó con el hecho de que la remoción de sus genitales reducía las posibilidades de que lo acusaran de “exposición indecente”. Desafortunadamente, el banquete fue acusado precisamente de esto.
Algunos ciudadanos consternados informaron a la policía de Suginami. La oficina del fiscal del distrito de Tokio recibió denuncias contra Mao Sugiyama y otras tres personas involucradas en la organización del evento.
Dado que en Japón no se considera al canibalismo una conducta criminal, la policía simplemente no podía arrestar a Sugiyama por servir sus genitales. Sin embargo,las acusaciones por exposición indecente podían llevarlo a cumplir 2 años en prisión y pagar una multa de 2.5 millones de yenes.

Sin embargo, Sugiyama se defendió asegurando que no aplicaba el cargo de exposición indecente pues todos los presentes sabían exactamente de lo que trataba el evento. Además, se había asegurado de no violar ninguna ley incluida la prohibición sobre la venta de órganos, procesamiento de desechos médicos y requerimientos sanitarios en la preparación de alimentos. Aseguró que el evento tenía fines artísticos, y que estaba diseñado para crear conciencia sobre las “minorías sexuales”.
En febrero de 2013, cuando todo esto cayó en el olvido, los cargos finalmente fueron retirados.