Un grupo de desarrolladores canadienses llevó a cabo un experimento social en julio de 2015, un curioso emprendimiento que tenía el objetivo de introducir un robot en la sociedad. Se trataba de HitchBOT, una máquina que pretendía cruzar los Estados Unidos partiendo de Boston. Sin embargo, la aventura terminó de forma inesperada aproximadamente un par de semanas después a causa de un lamentable acto vandálico.
HitchBOT pide aventón.
Frauke Zeller y David Harris Smith, investigadores sumamente apasionados por su trabajo, decidieron profundizar en un escenario futurístico que tal vez nos espera a unos cuantos años de distancia. Pretendían recolectar datos, información y conocimiento sobre la forma en que los humanos interactuarían con un robot. Puede parecer un abordaje bastante extraño, pero las predicciones de muchos expertos es que en un futuro nuestra realidad estará plagada de robots, así que la idea se podría considerar pionera.
No perdieron el tiempo atormentándose con cuestiones éticas y directamente llevaron el proyecto a la fase de desarrollo. Tras varios meses de arduo trabajo, lograron crear un robot al que llamaron HitchBOT. La unidad estaba equipada con todo lo necesario para imitar las acciones de un humano y había concluido de forma exitosa su viaje en varias pruebas, por lo que su próxima misión sería cruzar los Estados Unidos como autoestopista.
Para lograrlo, lo equiparon con un GPS programado con determinadas direcciones, conectividad inalámbrica 3G, cámara integrada y un asiento reforzado para niños en la parte trasera. Probablemente te preguntes por qué demonios un robot necesitaría un asiento reforzado, ¿verdad?
Básicamente porque Smith y Zeller sospechaban que las personas no tratarían bien al robot, si bien lo ayudarían a cruzar el país, no tendrían demasiado cuidado al levantarlo y dejarlo en las ubicaciones. Por eso es que se hizo necesaria la adición de un asiento reforzado para niños, de forma que las personas pudieran instalarlo cómodamente en cualquier automóvil. Tras abandonar el robot a su destino, los investigadores estaban realmente emocionados.
El terrible final de un robot.
Habían transcurrido apenas dos semanas en el experimento de los Estados Unidos cuando recibieron las malas noticias: HitchBOT fue localizado a la orilla de una carretera en Philadelphiala y, literalmente, había sido destrozado por unos vándalos. Poco después, los investigadores publicaron un comunicado donde podía leerse:
“Desafortunadamente, HitchBOT fue vandalizado anoche en Philadelphia; a veces, suceden cosas malas a los robots buenos. Sabemos que muchos seguidores de HitchBOT se sentirán decepcionados, pero queremos asegurarles que este gran experimento no se ha terminado”.
Tras la condena y el pesimismo inicial, recordaron que HitchBOT ya había cruzado Canadá y Alemania, rutas que cumplió con rotundo éxito. Para muchos seguidores estadounidenses de este experimento resultó muy desalentador que en la “tierra de la libertad y el hogar de los valientes” HitchBOT haya tenido ese final.