Jucilene Marinho, una brasileña de 23 años que nació con síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser, se convirtió en la primera mujer con una vagina reconstruida con piel de pescado.
A los 15 años, la chica descubrió que aunque no menstruaba, sufría de cólicos, así que tras un chequeo médico supo que su vagina estaba bloqueada por el tejido y que no tenía útero, cuello uterino ni ovarios. La noticia la dejó devastada.
Años después aceptó ser intervenida por la Universidad Federal de Ceará, cuyos especialistas esterilizaron piel de tilapia, le eliminaron todos los posibles virus y el olor a pescado para introducir un molde en su vagina con un abertura entre la vejiga y el ano.
Según Leonardo Bezerra, el ginecólogo que dirigió la cirugía, el molde fue retirado diez días después ya que la piel había sido absorbida por el cuerpo de Jucilene transformándose en tejido celular. Apenas tres meses después, la joven ya podía tener sexo con su novio.
"Fue un momento maravilloso, porque todo pasó a la perfección. No sentí dolor, sólo mucho placer y satisfacción. perfectamente natural, como si la abertura siempre hubiera estado ahí", contó Marinho.