En todo el mundo, las enfermedades cardiovasculares figuran como la principal causa de muerte. Desafortunadamente, muchas veces el primer indicio de un corazón en mal estado es un ataque cardíaco. Aunque resulte prácticamente imposible detectar todas las señales sobre un problema de esta índole, existen algunos indicios visibles que podrían prevenirnos sobre un problema a futuro relacionado con el corazón.
1 – Xantomas.
Los xantomas podrían funcionar como indicadores externos de problemas cardíacos. Se trata de protuberancias llenas de grasa de un aspecto amarillento que suelen aparecer en rodillas, codos, nalgas y párpados. Son formaciones inofensivas, aunque podrían ser indicios de problemas más serios.
La hipercolesterolemia familiar es el diagnóstico más frecuente cuando se presentan los xantomas. Las personas con este padecimiento presentan niveles altísimos de LDL (lipoproteína de baja densidad), comúnmente conocida como “colesterol malo”. Los niveles de este colesterol son tan extremos que terminan formando depósitos en la piel. Desafortunadamente, estas acumulaciones también pueden darse en las arterias que abastecen al corazón.
El mecanismo a través del cual se forman estos depósitos de grasa en los tejidos es un referente en la medicina moderna, pues fue gracias a la investigación de este proceso que se logró desarrollar uno de los grupos de fármacos capaces de reducir los niveles de colesterol: las estatinas.
2 – Dientes y encías en mal estado.
La salud de tu boca podría decir mucho sobre las condiciones en que se encuentra tu sistema cardiovascular. La boca es un área sumamente poblada por bacterias, buenas y malas. Las bacterias “malas” podrían llegar a ingresar al torrente sanguíneo a través de la boca y generar inflamación en los vasos sanguíneos, algo que podría resultar en enfermedades cardiovasculares.
Algunos estudios apuntan como indicadores de enfermedad cardíaca la pérdida dental y encías inflamadas.
3 – Signo de Frank.
Los pliegues diagonales en las orejas se conocen como “signo de Frank” en homenaje al neumólogo estadounidense que los describió por primera vez, Sanders Frank. Un acervo de 40 estudios científicos han relacionado estas marcas en las orejas con un incremento en el riesgo de parecer arterioesclerosis, enfermedad en que la placa suele acumularse al interior de las arterias.
Aún no se determina el motivo de esta relación, pero se cree que ambas condiciones poseen origen embriológico compartido.
Y, peor aún, algunas investigaciones recientes han vinculado el signo de Frank con accidente cerebrovascular, una condición donde se ven afectados los vasos sanguíneos del cerebro.
4 – Acropaquia.
Esta enfermedad, que también se conoce como dedos hipocráticos o hipocratismo digital, podría ser indicio de que existe algún problema en el corazón. En esta condición las uñas cambian su forma natural, volviéndose más gruesas y largas debido al incremento en la producción de tejido. Generalmente no es una condición que causa dolor y se presenta en ambas manos. Algo como esto podría suceder porque la sangre oxigenada no alcanza a llegar a la punta de los dedos de forma adecuada, de manera que las células en estas áreasproducen un “factor” que impulsa el crecimiento para intentar solucionar el problema.
Hipócrates fue el primero en hacer referencia a este padecimiento en el siglo V a.C., motivo por el que la enfermedad lleva su nombre.
5 – Labios morados.
El color de los labios es un excelente indicador de la salud. Generalmente los labios poseen una tonalidad roja, pero pueden adquirir una tonalidad morada (cianosis)cuando el sistema cardiovascular no alcanza a transportar sangre oxigenada a estos tejidos.
Evidentemente, esta tonalidad morada en los labios también puede presentarse cuando hace demasiado frío o se está a una altura elevada. En estos casos, la boca morada probablemente se debe a una falta temporal de oxígeno y debería regresar a la normalidad rápidamente.
6 – Arco senil.
Estos depósitos de grasa en la periferia de la córnea producen el efecto parecido a un halo, y también podrían ser una señal de problemas cardíacos.
Generalmente, un arco senil empieza en la parte superior e inferior del iris y avanza hasta que se cierra por completo el círculo. Afortunadamente no interfieren con la visión. Se estima que un 45% de las personas mayores de 40 años poseen este halo de grasa en la periferia del iris, un porcentaje que se dispara 25% más cuando se habla de personas mayores a 60 años. La presencia del arco senil ha sidoasociada con algunos factores de riesgo para enfermedad coronaria.