Para distraerse un poco del arduo trabajo, aquellos monjes que realizaban funciones de copistas de vez en cuando echaban a volar su imaginación para ilustrar figuras ridículas, locas y hasta un poco subidas de tono. Monjes peleando con seres imposibles, conejos asesinando humanos y cosechas de miembros masculinos pueden encontrarse entre las miles de imágenes profanas y estrafalarias ilustradas en manuscritos de la Edad Media.
“Sin embargo, no es el único significado de estas ilustraciones. Existe toda una diversidad de interpretaciones”, asegura James Freeman, un especialista en manuscritos medievales que trabaja en la Biblioteca de Londres. Según Freeman,estas imágenes funcionaban como una especie de humor subversivo, para invertir el orden de las cosas. Equivaldría a los actuales memes sobre situaciones que suceden en un mundo paralelo, realidades donde los conejos cazan a los humanos.
Dado que estas obras que realizaban los monjes estaban destinadas a otros religiosos o a una población muy exclusiva de nobles se permitía esta libertad artística. “Era a través de estos márgenes que estas ideas podían, de forma totalmente segura y hasta abusiva, ser exploradas”, asegura Freeman. “Funcionaban como un espacio donde la sociedad podía ser criticada y cuestionada a través de alusiones ocultas”.
Sin embargo, estás ilustraciones no resultaron tan graciosas para Bernardo de Claraval, un monje cisterciense francés y abad de la abadía de Claraval, que llegó a describirlas como “monstruosidades ridículas”. Este mismo personaje fue quién no encontró gracia a las “asquerosas gárgolas” que adornaban las iglesias medievales y recomendó deshacerse de ellas.
Échale un vistazo a algunas de las ilustraciones más alucinantes creadas por estos monjes del pasado.