Entre psicología y medicina existe un amplio debate sobre si la homosexualidad es un comportamiento condicionado por el medio o un tipo de alteración genética. Aunque no existe un consenso generalizado sobre su existencia, muchos aseguran que es imposible “convertirse” en una cosa u otra, es decir, hacerse homosexual o heterosexual de la noche a la mañana.
Sospechando que, como efecto secundario, el medicamento lo estaba “convirtiendo” en homosexual, Purdy dejó de tomarlo. Aquellos impulsos homosexuales se detuvieron, pero el dolor retornó. Al analizar la situación, el joven decidió llevar una vida más libre y sin dolor, así que terminó asumiendo su nueva sexualidad, pues se sintió perfectamente tranquilo en esta nueva fase de su vida.
Los efectos secundarios de la pregabalina.
Lo siguiente que hizo fue confesarlo a su amada que, según el propio Purdy, fue bastante comprensiva. “Yo le dije: ‘de verdad no sé lo que me sucede. Ahora me gustan los hombres y no me puedo quedar a tu lado'”, explicó el nuevo Scott. Lo más curioso es que asegura si hubiera sabido que se “convertiría” en homosexual al ingerir este medicamento, jamás habría empezado el tratamiento, pero ahora que “sucedió”, es mejor seguir así, pues se siente contento con su nueva orientación.
En México, la pregabalina se vende en formato de genérico y bajo el nombre comercial de Lyrica (de Pfizer). El fármaco presenta algunos efectos secundarios, como cualquier medicamento. Sin embargo, ninguno de estos implica una alteración en la sexualidad del consumidor. Por otro lado, la disminución de la libido se considera un efecto secundario poco común, afectando a entre 1 y el 10% de los pacientes.
Efectos secundarios rarísimos, hablamos de casos que no superan el 0.1%, implican trastornos de la personalidad, delirio y disturbios del sueño. Scott Purdy afirma que no tiene ningún tipo de resentimiento con el fármaco, pues estas pastillas lo liberaron y lo “hicieron” mucho más feliz con su nueva condición de homosexual.