martes, 26 de abril de 2022

Kechari mudra

sacando la lengua

 ¿Te cortarías la lengua para alcanzar tu cavidad nasal? El Kechari mudra (Khecarī mudrā) es una extraña práctica del yoga en la que se corta gradualmente el frenillo de la lengua. De forma que se pueda enroscar hacia atrás y meter en la cavidad nasal. Sin una intervención quirúrgica, lograr esto es anatómicamente imposible. Y hay una buena razón para ello.


Los riesgos del Kechari mudra.

¿Te imaginas ser capaz de doblar la lengua lo suficiente como para que la punta se deslice dentro de la nariz a través de tu boca? Más allá de lo asqueroso, si haces esto puede que termines muerto por asfixia, ahogado con tu propia lengua. Pero, los empedernidos practicantes del hatha yoga ven en la práctica del «Kechari mudra» una excelencia en la disciplina. En las etapas más avanzadas, el frenillo lingual prácticamente deja de existir.

Los practicantes del Kechari mudra empiezan por doblar la lengua hacia atrás tanto como les resulte posible. Buscan alcanzar la parte blanda del paladar o incluso llevar el órgano hasta la úvula (campanilla). Seguramente lo estás intentando mientras lees este artículo y ya te percataste de la dificultad. Aunque se supone que se vuelve más fácil con la práctica.

Kechari mudra(1)

La gran mayoría de los que practican el hatha yoga se quedan en esta fase. Lo realmente espeluznante viene con la práctica avanzada, algo que llama mucho la atención.

Poderes sobrenaturales.

La creencia dice que el auténtico Kechari mudra bloquea la energía del chakra bindu otorgando a los yoguis poderes sobrenaturales. Sin embargo, esto requiere que el practicante doble la lengua hacia atrás lo suficiente como para que la inserte en la cavidad nasal. Con eso podrá «lamer el néctar supremo de inmortalidad» que fluye en la región nasal.

Desafortunadamente, alcanzar ese nivel requiere de años de práctica diaria. Anatómicamente somos capaces de alargar la lengua lo suficiente como para que toque la úvula. Sin embargo, introducir la punta en la cavidad nasal requiere cortar el frenillo. No existe otra forma.



Y estas incisiones se hacen de poco a poco con una cuchilla afilada. En cada corte se avanza el grosor de un cabello y se espera a que la herida sane para realizar el siguiente. En el transcurso de unos seis meses, el frenillo dejará de existir por completo y la lengua quedará “libre”. Pero, se requieren de otros seis meses de práctica diaria para alcanzar las etapas más avanzadas del Kechari mudra. Finalmente, se supone que el practicante adquiere poderes sobrenaturales.

Entre los beneficios del Kechari mudra destaca la resistencia al veneno, enfermedades, vejez e incluso la muerte. Bien puedes hacerte inmune al hambre, la sed y el cansancio. Pero, lo ideal sería que tu cuerpo alcanzara la divinidad. Y para muchos esto último hace que valga la pena someterse a tal tortura.



Cortesia de Don Beto Braguetero 



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