sábado, 23 de abril de 2022

Japonés se gana la vida sin hacer nada

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 Shoji Morimoto es un japonés que se gana la vida haciendo… nada. Leíste bien: a este sujeto de apariencia infantil le pagan por aparecerse y hacer absolutamente nada. En Japón y otros países de Asia viene floreciendo una industria que permite alquilar extraños para hacerlos pasar por familiares, amigos o simplemente conocidos. Como el factor social influye mucho en la vida de los nipones, llevan acompañantes alquilados a eventos donde no se espera que asistan solos.

Shoji Morimoto ha sabido capitalizar esta necesidad social. Y desde hace cuatro años ofrece el servicio de alquiler de un extraño para las situaciones más triviales. En ocasiones, sólo tiene que ir a pararse en un lugar sin hacer absolutamente nada. Cierta vez, una clienta lo contrató para que la acompañara a un restaurante que solía visitar con el exesposo.

Akari Shirai disfrutaba mucho de ese lugar, pero no quería ir sola y recordar los momentos que pasó allí hasta su divorcio. Además, si invitaba a un amigo le resultaría incómodo explicar la situación. Entonces, el servicio que ofrece Morimoto le pareció ideal.

“Sentía que estaba acompañada, pero al mismo tiempo sabía que no era así. A pesar de su presencia, no debía preocuparme de sus necesidades o prestarle atención”, mencionó la japonesa. Durante el encuentro, Shirai y Morimoto apenas cruzaron palabra. De hecho, como todo buen profesional, él jamás intentó romper el hielo.

El famoso «rental-san«.

Cuando publica algo en redes sociales, inmediatamente se hace viral. Y vaya que el negocio le ha resultado, pues además del ingreso proveniente de su trabajo como acompañante inspiró una serie de televisión y tres libros.



Hablando de dinero: Shoji Morimoto cobra 10,000 yenes por sesión. Y cada trabajo es diferente. Bien puede estar en la meta de una maratón, esperando a un cliente que deseaba ser visto con un amigo al terminar la carrera. O junto a una persona desarrollando una tesis a la que le resulta fácil desconcentrarse cuando está sola.

¿Pero, por qué alguien le pagaría a un extraño en lugar de pedir el favor a un conocido? Morimoto cree que sus clientes no quieren molestar a sus amigos o familiares, mucho menos sobrecargarlos con sus necesidades. Conocido coloquialmente como “rental-san”, el japonés se ha hecho tan famoso que no es extraño que lo contraten por la pura experiencia.

A lo largo de su carrera ha servido a más de 4 mil personas y, actualmente, atiende un promedio de dos clientes al día. Morimoto dice que con sus ingresos y las regalías que recibe por los libros, gana lo suficiente para pagar la rente y criar a su hijo.



Cortesia de Don Ramon 


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