Los gemelos Marc y Maya poseen genes de Robert Rosselló y Gustavo Catunda, sus padres varones. Parece algo imposible desde una perspectiva biológica, pero esta historia tiene un montón de detalles interesantes. Y lo has entendido bien: una pareja homosexual de Brasil concibió hijos con genes de ambos.
Ambos padres varones.
El año pasado, el Conselho Federal de Medicina (CFM) en Brasil aprobó una resolución donde autorizaba usar óvulos de parientes (hasta el cuarto grado) para fines de reproducción asistida. En el caso de estos gemelos, la familia determinó que el óvulo lo aportara la hermana de Gustavo y los espermatozoides Robert Rosselló. Además, los óvulos fertilizados se gestaron en el vientre de Lorenna Resende, una prima de Gustavo.
De hecho, la pareja compartió su peculiar aventura biológica en Instagram. Con el paso de los días mostraron el proceso de fertilización in vitro, el avance durante las 35 semanas de gestación y el nacimiento de los gemelos. Maya y Marc nacieron el pasado 23 de febrero a las 11 de la mañana. Los padres aseguran que estos niños “son el resultado de nuestra historia de amor”.
Robert y Gustavo mantienen una relación desde hace más de una década. La pareja se conoció mientras acudían a la facultad de ingeniería civil. Empezaron como buenos amigos, pero después de dos años esa amistad evolucionó en amor. Ambos aseguran que era la primera experiencia homosexual de sus vidas.
“Incluso cuando éramos amigos, soñábamos con tener hijos. Era una plática recurrente y llegamos a imaginar que nuestros pequeños jugarían juntos. Sin embargo, cuando empezamos como pareja una de las primeras conversaciones que tuvimos fue: ‘Y ahora, ¿cómo vamos a tener hijos?’“, recuerda Gustavo.
El “atajo” biológico.
La pareja jamás abandonó este sueño e investigaron las opciones de las que disponían para convertirse en padres. Y cuando supieron que podían concebir a un niño con un vínculo genético de ambos, les pareció la solución ideal. Sin embargo, un procedimiento de esta naturaleza era imposible en Brasil y terminaron descartando la posibilidad.
Buscaron otras formas de convertirse en padres, incluida la adopción y el alquiler de un vientre. El gran inconveniente era que, para tener al tan anhelado hijo, debían hacer los trámites en otro país. “Así fue hasta que Lorenna puso su vientre a nuestra disposición y retomamos la idea inicial de concebir a un hijo con genes de ambos. Hicimos un montón de trámites, y estábamos a punto de firmar la compra de los óvulos en un banco internacional cuando la ley en Brasil cambió”, recuerda Gustavo.
Aunque acepta que estaba ansioso con el proceso, Gustavo recuerda que intentaron llevarlo con la mayor tranquilidad posible, aunque cada fase resultaba extenuante. Pero, el respaldo de la familia hizo del complicado proceso algo más llevadero. “Fue una travesía muy reconfortante para nosotros. Siempre digo que se trató del milagro más grande de nuestras vidas”.
Los orgullosos padres dicen que, ahora, Marc y Maya son el mayor legado de su historia de amor. Consideran que su caso es una esperanza para el futuro. “Siempre nos consideramos una pareja en la que existía mucho amor, pero ahora se multiplicó. Esperamos mantener las costumbres de cariño, afecto, compañerismo y fidelidad porque la familia es la base de todo. Y esperamos ser esa base para nuestros hijos”, finaliza.
Cortesia de Marcia enfermedades mil hijos
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