martes, 4 de enero de 2022

La Orden de los Caballeros Teutónicos



La Orden de los Caballeros Teutónicos, cuyo nombre completo es Orden Teutónica del Hospital de Santa María de Jerusalén, fue una orden religiosa y militar fundada por cruzados alemanes entre los años 1190 y 1191, coincidiendo con el asedio de la fortaleza palestina de San Juan de Acre, en tiempos de la tercera cruzada.

Al igual que la Orden de los Hospitalarios, la orden teutona comenzó su andadura en Tierra Santa como una orden caritativa, encargada de cuidar y aliviar a los enfermeros peregrinos alemanes que caían víctimas de la fiebre, la difteria, las intoxicaciones, las pestes y otros males del desierto. Sin embargo, en aquellos días se hacía patente que la conquista de los santos lugares no iba a ser tarea fácil, mucho menos desde que Saladino se proclamase Sultán de Egipto en 1171 y proclama una “Yihad” o “Guerra Santa” contra los caballeros cruzados.

Así, al igual que ocurriese con los caballeros hospitalarios, nació el brazo armado de la orden donde se integraron cientos de caballeros. Ello, por supuesto, no quiere decir que abandonasen su dedicación a los peregrinos y caballeros heridos, ni mucho menos. La orden siguió gestionando los hospitales que tenía a su cargo, con la constante labor de monjes y mujeres alemanas anacoretas. Sin embargo, la orden pasó a tener una vertiente militar con una estructura muy similar a la de los caballeros hospitalarios y los caballeros templarios.

Es decir, existía un grueso de guerreros denominados “sargentos” (eran hombres diestros en las armas pero que aún no habían alcanzado el nivel necesario para ser considerados caballeros) y por encima de estos, los verdaderos caballeros teutones, el epítome del guerrero alemán, un guerrero que debía ser alemán y caballero legítimo para poder formar parte de sus filas. Así, tan sólo podía aspirar a convertirse en un verdadero caballero de la orden aquel varón que fuese hijo de otro caballero, debía poseer un título acreditativo a tal efecto, y también debía tomado los votos cruzados.

La orden al igual que sus compañeras de cruzada, también estaba gobernada por un gran maestre, que hacía las veces de príncipe de la orden. Este puesto era la cúspide de la pirámide, aquel que poseyese tal cargo, ostentaba el poder máximo de su estructura militar y hospitalaria. Aunque la orden se fundase en el año 1191, no obtuvo el reconocimiento oficial del papa Inocencio III en 1198.


¿Qué diferenciaba a la orden teutona de otras órdenes militares como la templaria?


Podríamos decir que ambas órdenes estaban formadas por la flor y nata de la caballería europea y que su única diferencia quizás fuese su atuendo, teniendo los teutones un manto blanco al igual que los templarios pero con una cruz paté en negro en vez de roja. En efecto, la principal diferencia a simple vista pudiera parecer esta, aquella insignia de la cruz paté negra que con el tiempo adoptarían los escudos alemanes y prusianos (la cruz de hierro).

Sin embargo, las crónicas aportan ciertos datos identificativos de los caballeros teutones en combate que no parecen compartir otras órdenes. Los teutones son descritos como bárbaros, gigantes rubios de una complexión imponente, que parecían arremeter contra el enemigo con una fiereza y agresividad sin parangón.

También se los describe como guerreros en exceso orgullosos y con una extrema afición a la bebida y la pendencia. Claro que, lo más probable es que tales descripciones se deban por un lado a las patrióticas crónicas germanas que pretendían ensalzar el carácter fiero de los germanos, y por otro lado a aquellas crónicas sátiras de francos e ingleses contra sus compañeros alemanes.


El regreso desde Tierra Santa.


En un primer momento la Orden se estableció en las provincias de Antioquía y Trípoli. Sin embargo, con el tiempo, mientras se perdían cada vez más territorios cristianos, su centro neurálgico acabó residiendo en el castillo de Starkenberg, en Acre.

Aunque durante el siglo XIII, los teutones participaron en casi todas las grandes batallas, jamás tuvieron un peso tan importante como templarios y hospitalarios y no tardaron en abandonar Tierra Santade regreso a Europa.

El mantenimiento como señal distintiva de su identidad nacional y la imposibilidad de crecer en Tierra Santa llevó a la Orden a fijarse en tierras europeas. Poco después de la elección de Hermann von Salza como Hochmeister, el rey Andrés de Hungría solicitó la ayuda de la Orden en 1210 para hacer frente a los bandas de cumanos, pueblo de origen ucraniano, que saqueaban la provincia de Transilvania. Como compensación por su ayuda el Rey prometió a la Orden la concesión del distrito de Wurzenland (Brasow en la actual Rumanía). La Orden, bajo el mando del Frater Teoderich, comenzó la cruzada con sus propios fondos y sobre 1225 habían pacificado la provincia y establecido colonos alemanes en la misma.

Pese a este logro, al igual que ocurriese en Tierra Santa, pronto se hicieron patentes las intrigas de la orden. El gran maestre solicitó al papado depender directamente de Roma en vez del rey de Hungría. Así, el rey Andrés, con cierto temor a que aquellos caballeros decidiesen quitarle el gobierno de su reino e instaurar un estado teutónico ordenó que fuesen expulsados de Rumanía, si bien estimando la gran ayuda de aquellos caballeros en su empresa permitió que todos los colonos de origen alemán se quedasen en aquellas tierras.

Aquel intento de conspiración no le salió bien a la orden, pero aquella jugada les dio una perspectiva mayor, y pronto la Orden Teutónica fijó sus miras en el Este de Europa, donde pronto comenzaría una nueva cruzada.


Cortesía de Doña Natus 



No hay comentarios:

Publicar un comentario