A P.T. Barnum solían referirlo como el “showman más grande de la Tierra”, un personaje que destacó por su meteórico ascenso en la industria del entretenimiento.
Así como por ser uno de los fundadores del más grande y famoso de todos los circos estadounidenses: el Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus. Su nombre completo era Phineas Taylor Barnum, y nació en 1810 en el seno de una familia de agricultores en Bethen, Connecticut.
Orígenes de Barnum.
Sus padres, Philo e Irene Barnum, rápidamente descubrieron que el pesado trabajo de campo no era para él. A los 15 años encontró un trabajo menos exigente como empleado de supermercado. Es en esta época que se interesa por los juegos de lotería a pequeña escala y, con ayuda de su abuelo, organiza varios juegos fraudulentos. Antes de cumplir los 20 años, P.T. Barnum ahorró lo suficiente como para abrir su propio negocio de frutas y golosinas.
Pero, el joven sabía que si quería convertirse en alguien importante debía perseguir el dinero y las grandes oportunidades. Así, se estableció en la ciudad de Nueva York para emprender en la industria del entretenimiento. En esos tiempos, los “freak shows” estaban en pleno auge con una sociedad estadounidense ávida de conocer curiosidades humanas. Por azares del destino, Barnum conoció a uno de esos “fenómenos” y le pareció una excelente idea ponerla en exhibición.
Incursión en los freak shows.
Se trataba de Joice Heth, una esclava propiedad del promotor de espectáculos R.W. Lindsay. Este último trató de convencer a Barnum de que Heth era la criada que amamantó al mismísimo George Washington, y que tenia 161 años de edad. Barnum era un escéptico por excelencia y no se tragó el cuento, pero vio una oportunidad de negocio. La apariencia extremadamente envejecida de Joice Heth le serviría para presentarla en un freak show y terminó alquilándola en 1835.
La anciana no soportó el ajetreo del espectáculo y su salud se agravó hasta que, en el transcurso de un año, murió. Barnum consideró que en este tiempo no logró recuperar su inversión, por lo que exprimió a Joice Heth hasta el último momento. Por la módica cantidad de 50 centavos de dólar, cualquier persona podía atestiguar la autopsia de esta mujer. Al terminar, el cirujano reveló que Heth tenía aproximadamente 80 años al momento de su muerte.
El Barnum’s American Museum.
Posteriormente, Barnum emprendió su primer gran proyecto con el Barnum’s Grand Scientific and Musical Theater, que más tarde rebautizarían como Barnum’s American Museum. En ese lugar seguía presentando curiosidades humanas, pero introdujo actos musicales que le dieron un toque más tradicional a su negocio. También innovó con una impresionante colección de animales, aunque muchos de sus ejemplares “exóticos” se crearon combinando piel y huesos de varias especies.
Tom Thumb.
Sin embargo, la principal atracción del American Museum era Charles Stratton. Un joven con enanismo al que Barnum adoptó después que quedara huérfano a los cinco años. El propio empresario le enseñó canto y actuación, a menudo vistiéndolo como Napoleón para entretener al público. En esas presentaciones, Stratton bebía cantidades absurdas de vino. Pese a esto, alcanzó fama mundial bajo el apodo de “Tom Thumb”.
El enano divirtió a todo mundo, desde el zar de Rusia hasta la reina de Inglaterra. El presidente Abraham Lincoln lo contrató para una presentación en la Casa Blanca durante la celebración de su boda. Mientras algunos criticaban la conducta de P.T. Barnum al explotar a estos “fenómenos”, los historiadores tienen otro punto de vista. Y es que en esa época las personas empleadas por Barnum difícilmente conseguirían un empleo formal más allá de los freak shows. Para algunos el negocio resultó tan benéfico que, tras algunos años de presentaciones, lograron retirarse.
Carrera política.
Tras cosechar un enorme éxito como empresario, Barnum empezó a interesarse por la política. El hombre era un racista confeso y llegó a poseer varios esclavos en el pasado. Sin embargo, su experiencia al convivir con artistas afroamericanos cambió su forma de pensar y abogó por la abolición de la esclavitud durante la Guerra Civil.
En 1865, por parte del partido republicano, se convirtió en legislador de Connecticut. Durante su cargo impulsó la Decimotercera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos. Gestionó la construcción de hospitales e invirtió dinero de su propia bolsa para impulsar la enseñanza de historia natural en la educación pública.
Jenny Lind.
Como negocio, el Barnum’s American Museum continuaba funcionando a la perfección. Sin embargo, consideró que la música era tierra fértil para extender su imperio del entretenimiento. Así se volvió manager de Jenny Lind, una famosa cantante apodada “Swedish Nightingale”. Dondequiera que se presentaban, los recintos hervían de gente. En apenas dos años, Barnum y Lind amasaron una fortuna gigantesca.
La buena suerte empezó a alejarse de Barnum cuando el American Museum y su residencia se extinguieron a causa de unos incendios, aparentemente sin relación. El empresario intentó reconstruir el museo, pero otro incendio frustró el esfuerzo. Eventualmente, el magnate del entretenimiento renunció a este proyecto.
El circo de Barnum.
La mayoría de los que dedican su vida a amasar una fortuna, lo menos que esperan es una jubilación tranquila. P.T. Barnum nunca pensó de esta forma. Dos años después de los incendios y con 60 años encima, el empresario se embarcó en el P.T. Barnum’s greatest show on earth, and great London circus, Sanger’s Royal British menagerie & grand international allied shows. Siguiendo el mismo formato que su museo, el espectáculo estaba repleto de presentaciones musicales, animales y curiosidades humanas.
Se trataba de una exposición itinerante que, afortunadamente, no se quemó en la carretera. La mayor atracción de este espectáculo, sin lugar a dudas, era el elefante Jumbo. Un animal que hizo ganar millones de dólares al circo, pese a que solo vivió tres años bajo el cuidado de Barnum. Trágicamente, el propio tren de la empresa lo golpeó y mató en 1895.
Barnum & Bailey’s Circus.
Sin embargo, su mayor legado vendría tras asociarse con James Bailey y James L. Hutchinson, con quienes creó el Barnum & Bailey’s Circus. Dicho circo se promocionaba como el “espectáculo más grande sobre la Tierra”. Con tres escenarios, el circo desplegaba en vivo al menos tres espectáculos simultáneamente. Se enfocaron mucho en las acrobacias aéreas y los animales, aunque Tom Thumb se presentaba de vez en cuando.
El fin del magnate del entretenimiento.
Barnum siguió disfrutando de las mieles del éxito durante varias décadas hasta que un derrame cerebral le arrebató la vida del 7 de abril de 1891. Tenía 81 años de edad y trabajó hasta la misma tarde en que murió. En 1919, el circo se expandió para convertirse en el Ringling Brothers and Barnum & Bailey Circus.
Y el proyecto se mantuvo durante casi un siglo, hasta que el espectáculo más grande de la Tierra cerró sus puertas en 2017. Al trágico final aportó un oscura historia y controversial debate sobre el cuidado de los animales.
Cortesia de Escoria24
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