¿Quién fue Calígula?
Nació en Antium, actual Anzio, el 31 de agosto del año 12. Era hijo de Germánico y Agripina y fue el sucesor del emperador Tiberio.
Su sobrenombre, Calígula, le fue dado debido a que cuando era joven calzaba la cáliga, unas sandalias que solían llevar los soldados romanos.
Durante varios años de su juventud, vivió en la corte de Tiberio, su abuelo adoptivo, donde se le tenía un gran aprecio.
A pesar de trágicos acontecimientos como la muerte de su madre y sus hermanos, Nerón y Druso, no mostró sentimiento alguno y disimuló con gran maestría sus ambiciones.
De esta manera, logró hacerse con el favor de Tiberio y que éste le nombrara su sucesor, aunque también le diera algo de poder a Tiberio Gemelo. Sin embargo, el Senado decidió otorgar a Calígula todos los poderes y así se desentendieron de Tiberio Gemelo. Llegó al poder tras la muerte de Tiberio en el año 37.
Calígula el emperador
Al contar con el apoyo y aprecio del pueblo, la noticia fue muy bien recibida y fue más apreciado aún cuando comenzó a hacer realidad las esperanzas y deseos que en él se habían depositado.
Como principales medidas decidió quemar todos los papeles del anterior emperador, concedió amnistías para todos aquellos que habían sido condenados en tiempos del anterior emperador, decidió adoptar a Tiberio Gemelo y le dio el título de Príncipe de la Juventud, fue generoso y considerado con el pueblo organizando grandes espectáculos circenses entre otras cosas, gratificó a los soldados y decidió devolver a los magistrados el pleno ejercicio de sus derechos.
Era tal el entusiasmo del pueblo que se organizaron miles de sacrificios a los dioses, llegando a la cifra de 160.000 víctimas, para así darles las gracias por haberles enviado un emperador tan benevolente y justo.
La decadencia de un emperador
Sin embargo, todo ello terminó ocho meses después cuando el emperador cayó enfermo debido a los excesos a los que se sometía.
Su carácter se endureció, volviéndose arisco y autoritario, como si le dominase una locura furiosa.
Una de las primeras medidas que tomó en esta segunda etapa de su reinado fue matar sin juicio previo a su primo Tiberio Gemelo, a su suegro Silano, al jefe de los pretorianos Macrón y a su esposa, que había sido su amante.
También tomó medidas respecto a su propia familia, ya que expulsó de palacio a sus hermanas, enviándolas a islas desiertas. Prácticamente todas las familias patricias, o nobles, contaban con alguna muerte en su haber.
Con respecto al pueblo se mostró cruel y sin piedad. Se conocen anécdotas como que un día en un espectáculo circense faltaban criminales que se enfrentaran a las fieras, por lo que mandó arrestar a varios espectadores para contentar a los animales.
También obligaba a los padres ver cómo asesinaban a sus hijos para morir ellos al día siguiente.
Las extravagancias de Calígula
Impuso una especie de monarquía en la corte más parecida a la que se mostraba en reinos orientales que al gobierno típico de Roma. Impulsó la divinización del emperador, hizo que se le adorase como a uno de ellos bajo el nombre de Júpiter Latial.
Una de sus extravagancias fue que también se le adorase como diosa, mostrándose con los atuendos propios de las diosas Venus o Diana ante el pueblo llano. Se hizo construir un templo donde se instaló una estatua de oro que le representaba.
Además, sacó a la luz su pasado familiar afirmando que estaba unido a Marco Antonio gracias a su abuela Antonia, descendiente directa.
Rápidamente las arcas del imperio quedaron vacías, por lo que ante la necesidad de pagar a las tropas y costearse fiestas en la corte, decidió tomar varias medidas.
Entre ellas, destacan la brutal subida de impuestos y la eliminación de senadores para así poder hacerse con sus bienes, así como gentes de palacio con posibles. De hecho, anuló los testamentos de aquellos centuriones del ejército que no le hubiesen nombrado heredero a él o a Tiberio.
Al enterarse de que muchos de ellos habían testado a su favor, decidió eliminar a los más ricos y así aumentar el dinero de las arcas.
Su falta de moral llegaba al punto de mantener prostíbulos en la capital y mantener relaciones incestuosas con sus hermanas.
De hecho, llegó a enamorarse de una de ellas, Drusila. También mantuvo relaciones homosexuales con Lépido y Nestor.
Trató de quemar obras literarias como las de Virgilio y Tito Livio, destacando también las obras sobre jurisprudencia, aduciendo que la única ley existente era su voluntad.
En el año 39 puso en marcha una expedición a Germania y la Galia septentrional.
Durante la expedición se produjeron varias conspiraciones contra él, una de ellas organizada ese mismo año por Cneo Cornelio Léntulo y Marco Emilio Lépido, esposo de su hermana Drusila.
Tiempo después, su propia guardia personal organizó otra conspiración que esta vez tuvo éxito y Quereas, un tribuno de los pretorianos apoyado por varios conjurados, acabó con la vida del emperador el 24 de enero del año 41.
Cortesía de Don Pato Moñoñongo
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