Tomadas en la Inglaterra Victoriana en los albores de la fotografía, éstas son las primeras fotografías de personas con enfermedades mentales.
Su autor fue el llamado "Padre de la fotografía psiquiátrica", Hugh Welch Diamond(1806/ 1886).
Nacido en Goudhurst, UK, Hugh realizó una contribución pionera en el campo de la psiquiatría, mediante la imagen.
Luego de estudiar Medicina en el Royal College of Surgeons en 1824, estableció su consulta en Londres y se especializó en psiquiatría.
Poco después obtuvo una plaza en el asilo de Springfield, el primero del Condado de Surrey.
Solo tres meses después de la demostración de Talbot del calotipo, Hugh hizo su primera fotografía en abril de 1839.
A través de publicaciones y reuniones informales enseñó el proceso a muchos fotógrafos, incluido Henry Peach Robinson.
Fue Fundador de la Photographic Society en 1853,
Desde 1848 a 1858, estuvo a cargo de la sección femenina del Asilo, donde captó éstas imágenes.
Creía que las ilustraciones, no reflejaban fielmente el rostro de esos pacientes, una realidad objetiva, que sólo la fotografía permitía, como un soporte para ayudar en el diagnóstico y tratamiento de diferentes patologías, creando un nuevo lenguaje de las expresiones faciales que se pudieran relacionar con un tratamiento.
Se trataba de un estudio
fisiognómico, que más tarde aplicará con gran éxito en Italia Cesare Lombroso.
Pero hay algo más que una práctica clínica en éstos trabajos, tal vez una aún más importante.
Recordemos que los hospitales mentales a mediados del Siglo XIX, eran algo así como unos depósitos de personas, unas cárceles de las que no se volvía a salir y en las peores condiciones.
Si observamos, no hay nada intrínseco en los cuerpos o rostros de éstas mujeres que las señale como enfermas mentales.
Hugh intentaba subliminalmente de ésta forma, hacer de sus historias de vida algo visible, mostrarle a una sociedad indiferente, que éstos también eran Seres Humanos, que merecían vivir en condiciones dignas, con visitas, ropa, alimentación adecuada y normas de higiene y sanidad como cualquier otra persona, como parte de su recuperación.
Es un testimonio conmovedor, que trasciende la Medicina y vence los estigmas culturales de una época, en la búsqueda de crear una Conciencia de Solidaridad y Empatía, para rescatar la misma Condición Humana.
Foto Cortesía de RUCKY LOQUERAS
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