Una producción cinematográfica requiere mucho más trabajo del que imaginas. Y la actuación puede convertirse en una profesión exigente cuando el papel así lo requiere. La mayoría de celebridades que conquistan Hollywood, antes deben pasar por innumerables castings y pruebas de fuego. Puedes estar seguro de que, a lo largo de sus carreras, no faltaron quienes les cerraran las puertas. Pero con mucha disciplina, talento y persistencia conquistaron el éxito.
Actuar en una película es un desafío en toda la extensión de la palabra. Además de memorizar un guion, el elenco debe adaptarse o superar múltiples inconvenientes. El escenario, la propia trama e incluso la caracterización pueden resultar extremadamente difíciles de ejecutar.
Al observar un personaje con determinada caracterización y un diseño de vestuario impecable en la pantalla grande, raramente nos detenemos a pensar lo que tuvo que soportar el actor para llegar a ese punto. Muchas veces, el papel exige una amplia versatilidad por parte del actor que lo interpretará. Es posible que deba cortarse el cabello, modificar su peso o trabajar con un vestuario por demás incómodo.
A pesar de que no siempre se sienten cómodos con las caracterizaciones, algunos artistas deben aprender a convivir durante meses con ellas. ¿Quieres saber que actores vivieron auténticas pesadillas a causa de las caracterizaciones? Échale un vistazo a esta pequeña lista.
Brie Larson en Capitana Marvel (2019).
Durante una entrevista, Brie Larson confesó que el traje de Capitana Marvel resultaba extremadamente incómodo. De hecho, el solo acto de ponérselo requería la asistencia de otras dos personas. Y demoraba más de 30 minutos en terminar. El mayor problema era cuando llegaba la hora de ir al baño.
En este proceso la asistía un equipo de cinco personas para retirar el traje con rapidez, antes de que ganara el llamado de la naturaleza. Sólo imagina la pesadilla de tener que retirarse absolutamente todo el vestuario para un acto tan banal como el de orinar. Suponemos que, en la ficción, los superhéroes que portan esos trajes de una sola pieza carecen de sistema digestivo o tienen un excelente control de esfínteres.
Saoirse Ronan en Las dos reinas (2018).
El excesivo maquillaje de Isabel I no era por gusto, la reina intentaba ocultar algo. Y Saoirse Ronan también sufrió un suplició cuando la interpretó en Mary Queen of Scots (2018). El peor de los tormentos implicaba un llevar un corsé durante 12 horas al día.
Ronan señaló que el accesorio le resultaba extremadamente incómodo, además que ejercía una presión excesiva sobre sus órganos. Una vez que terminó la filmación de la película, su cuerpo demoraría casi un mes en recuperar la normalidad.
Christina Ricci en Penélope (2007).
La nariz falsa de Penélope Wilhern (Christina Ricci) requería casi una hora de trabajo por parte del maquillista. En ese lapso, la actriz ni siquiera podía mover la boca y el proceso se convirtió en un auténtico martirio de todos los días.
Michael Sheen en Crepúsculo (2008).
Tal vez los vampiros parezcan muy hábiles en la saga de Crepúsculo, pero los lentes de contacto que llevaba Michael Sheen eran, literalmente, un dolor de cabeza para el actor. Durante una entrevista, Michael relató que como debían cubrir todo su ojo, eran mucho más grandes que los lentes de contacto normales.
Además de tener que usar gotas para los ojos todo el tiempo, la anulación de la visión periférica mientras portaba los lentes de contacto le producía fuertes dolores de cabeza.
Orlando Bloom en El Señor de los Anillos.
Como Orlando Bloom tiene ojos castaños en el mundo real, para convertirse en Legolas debió usar lentes de contacto azules. El actor odiaba estos accesorios pues, además de irritar demasiado sus parpados y globos oculares, se salían constantemente.
Cuando Bloom volvió a encarnar a Legolas en el El hobbit (2012), casi una década después que finalizara la saga de El Señor de los Anillos, se negó a llevar lentes de contacto. La producción tuvo que ponerle ojos azules con recursos de la computación gráfica.
Tilda Swinton en El gran hotel Budapest (2014).
Swinton y su equipo de vestuario invertían hasta 5 horas diarias para transformarla en la anciana que apareció en El gran hotel Budapest. Al terminar de grabar, le llevaba casi el mismo tiempo retirar todo el maquillaje. Afortunadamente para la actriz, sólo estuvo dos días en el set de filmación.
Ralph Fiennes en Harry Potter.
Las mallas bajo la túnica que Ralph Fiennes utilizaba mientras interpretaba a Voldemort no dejaban de resbalar por sus piernas mientras filmaba Harry Potter. Al actor se le dificultaba mucho caminar y tropezaba constantemente.
Fiennes terminó por perder la paciencia y solicitó al equipo de vestuario que solucionaran el problema. Finalmente, el actor tuvo que vestir medias con tirantes bajo su malvada túnica de mago
Cortesia del Tortero Comunista.
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