¿Sabías que China carece de leyes que respalden las acciones del buen samaritano? Si intentas rescatar a alguien en ese país y fracasas, existe la posibilidad de que la familia de la víctima exija una compensación económica al considerarte responsable. ¿Has visto esas grabaciones de CCTV donde los chinos parecen ajenos al dolor del prójimo? La falta de un marco legal que proteja al buen samaritano ha cobrado innumerables vidas, pues los individuos se niegan a auxiliar a otros por temor a que les quiten dinero.
En nuestra cultura, la mayoría muestra predisposición a asistir al prójimo ante una tragedia inesperada. De hecho, muchos llegan a arriesgar su propia vida para salvar a otros. Desafortunadamente, hay ocasiones en que dichas asistencias fallan a pesar de los mejores esfuerzos. Por eso, en muchos países del mundo se instauraron las leyes del buen samaritano.
Es un marco legal que te protege si, por ejemplo, rompes una costilla a una persona mientras le aplicabas la maniobra de Heimlich. Pero, en China las leyes en este sentido funcionan a la inversa. El gobierno obliga al buen samaritano a pactar algún tipo de arreglo, generalmente económico, con la familia de la persona que muere.
Casos de buenos samaritanos en China.
La moral en China ha sido ampliamente criticada desde hace décadas. Y es que en Internet abundan las historias sobre bebés abandonados en los baños, personas accidentadas o a punto de morir que parecen invisibles para el resto. Para muchos, el problema de los chinos no es la “falta de moral”, sino el sistema que convierte las buenas acciones en una responsabilidad para el buen samaritano.
Xu Shuolan vs. Peng Yu.
El 2006, una mujer de 65 años protagonizó un caso histórico en la localidad de Nankín. Xu Shuolan recibió un empujón mientras intentaba bajar del autobús. Tras caer al suelo, Peng Yu, que en esa época tenía 26 años de edad, también bajaba del autobús y se le hizo fácil asistir a la anciana. Mientras tanto, una multitud pasaba de largo sin ayudar en lo más mínimo.
Peng se apresuró a ayudar a Xu a levantarse, incluso la llevó al hospital y pagó los servicios médicos. Pero, en lugar de agradecer a Peng por la generosa ayuda, Xu lo demandó y exigió 45 mil yuanes (más de US$ 7,300 dólares en la época) por concepto de gastos médicos adicionales e indemnización. Literalmente, lo responsabilizó por la caída. Muchos chinos dicen que casos como éste son un buen ejemplo de la negativa a comportarse como buenos samaritanos.
Héroes sin capa demandados.
En la ciudad de Dazhou, provincia de Sichuan, dos adolescentes chinas de 17 años, Chen Min y Li Qing, cayeron accidentalmente al Lotus Lake. Dos amigos de 18 años, Liu Hon y Wu Bo, se lanzaron al agua para intentar rescatarlas. Pese a la valerosa acción de los jóvenes, las chicas terminaron ahogándose en el lago.
Ni siquiera había transcurrido un día del incidente cuando Hon y Bo fueron presionados para pagar 50 mil yuanes (US$ 7,800) cada uno por no lograr salvar a sus compañeras.
El caso de la pequeña Yue Yue.
Otro caso perturbador que alcanzó medios internacionales fue el de Wang Yue, una pequeña de 2 años residente de Foshan, en la provincia de Guandong. Sucedió en 2001, cuando la niña salió a la calle y las cámaras de videovigilancia la captaron siendo atropellada por una camioneta, que simplemente huyó del lugar.
Según el registro de video, transcurrieron siete minutos en los que decenas de personas transitaron junto al cuerpo de la pequeña y ninguno se detuvo a auxiliarla. Posteriormente, la niña fue víctima de un segundo atropellamiento por un camión, que también se alejó. Finalmente, una buena samaritana trasladó el cuerpo de Yue a un costado de la carretera donde su afligida madre la encontró. La pequeña estuvo internada más de una semana en el hospital aferrándose a la vida, pero perdió la batalla y murió a causa de las severas lesiones cerebrales.
Leyes del buen samaritano en China.
Aunque no se han instaurado leyes nacionales para proteger al buen samaritano, algunas ciudades, como Shenzhen, empezaron a implementar un marco legal que ayuda a los transeúntes bienintencionados.
La “ley de buenas personas” de Shenzhen, oficialmente conocida como “Reglamento de protección de los derechos de los buenos samaritanos en la zona económica especial de Shenzhen”, no ofrece una protección integral a los ciudadanos que actúan para salvar a otros. Sin embargo, es un paso en la dirección correcta.
Básicamente, el reglamento es un decálogo con puntos claves que ofrecen asistencia a los que buscan protección legal de varias formas de responsabilidad. Cuando se promulgó el reglamento, varios criticaron la nueva legislación argumentando que el lenguaje vago y limitado otorgaba mucha flexibilidad a los jueces. Por lo que aún se podrían imputar responsabilidades a los transeúntes que intentaran ayudar.
Debe existir un motivo extremadamente oscuro cuando se considera que es peligroso actuar como buen samaritano. En una sociedad armoniosa, la apatía y desconfianza no tienen cabida. La mayoría de los chinos consideran necesario promulgar leyes que protejan a los buenos samaritanos del agravio por sus buenas acciones.
Cortesia de Mongolin de la O cachetes de molcajete
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