Durante la dinastía Qing (1644 y 1912) las mujeres manchúes tenían prohibido vendarse los pies por un edicto del emperador a partir de 1644, cuando los manchúes iniciaron su gobierno sobre China. Como el "pie de loto" era una tradición muy practicada desde muchos años atrás, los manchúes también consideraban atractivo esa tradición de las mujeres con pies vendados, pero por la deformación del pie inventaron este tipo de calzado femenino. Estos zapatos forzaron a las mujeres a caminar con pasos minúsculos y muy cortos.
El calzado estaba hecho de seda con bordados a mano, apliques y trabajos dibujados; la plataforma era de madera.
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