"En nuestro interior hay dos entes: un ángel y una bestia, cuando dejamos que el miedo o el coraje nos consuman estamos alimentando a la "bestia" que llevamos dentro", expresa el sacerdote Leonel Narvaez.
Y entre la pandemia, la crisis económica y el encierro, se crea un ambiente ideal para que el miedo y la rabia crezcan y las interacciones con nuestros seres queridos, colegas, con el resto de la sociedad se vean afectadas en una reacción en cadena.
Dejar crecer la 'bestia' entre nosotros es muy peligroso, ya que puedes dañar relaciones, perder el trabajo y sobre todo puedes perderte y causarte daños emocionales, que por ende son de salud.
Para combatir esos sentimientos negativos, mismos que nos afectan y nos impiden avanzar hacia la virtud y paz interior, el sacerdote enlista una serie de tips.
Asegura que el miedo y la rabia pueden contrarrestarse a través de la compasión y el perdón.
CONOCER AL ENEMIGO
Reconocer abiertamente lo que sentimos y decirlo a los demás, es una de las claves para combatirlo
Aunque todos tenemos temores primarios, que con la situación actual se han agudizado y acentuado algunos miedos, por ejemplo: a perder el empleo, a perder la salud e incluso a perder la vida o que nuestros seres queridos pierdan la vida.
"perdemos el optimismo, la lucidez y la energía, en general positiva, hay que tener fe, valor espiritual, independientemente de la religión que profesemos, porque la fe nos reenergiza y si la perdemos también nos enfermamos"
Narvaez, distingue tres niveles de ira a los que llama "tres erres", que son: "Rabia, Rencor y Retaliación.
La rabia tiene un gran defecto, consiste en que si no le sabemos curvar la fuerza que tiene, se convierte rápidamente en rencor, porque nos quedamos repensando y se infla e infla, y una vez así se convierte a su vez en retaliación, el llamado "ojo por ojo", ajuste de cuentas, venganza.
El padre Nervaez, recomienda ejercicios, como localizar donde se siente la rabia, dibujarla e incluso "descargarla" al golpear una almohada.
Algo que funciona muy bien, es el "rincón de la paz o de la reconciliación", que es disponer una almohada que pueda emular esa bolsa que utilizan los boxeadores, para darle de puñetazos, para sacar la rabia y hacer catarsis, agrega el padre.
Es que nuestro "ángel" le gane la batalla a nuestra "bestia" y tenga un corazón amoroso para ofrecer.
COMPASIÓN Y PERDÓN.
Al no alimentar a la "bestia", podemos despertar al "ángel" y hallar la virtud y tranquilidad para avanzar.
Si queremos cultivar el ángel, debemos utilizar una cosa que se puede considerar muy cursi, pero que es muy poderosa y fácil, "la compasión".
Compasión es ponerse en los zapatos de otro ser humano, la empatía pues, la forma en que grandes porcentajes de personas pasan de la "bestia" al "ángel". Uno de los actos más importantes que tiene la compasión es ELPERDÓN.
El Sacerdote Narvaez, comenta que EL PERDÓN es hacer una limpieza personal y embellecerse espiritualmente.
Perdonar no es olvidar, es recordar con otros ojos, no es negar la injusticia, ni negar el dolor, tampoco es sentirse superior al otro, es simplemente cultivar una parte bella de nosotros mismos, es enaltecer el "ángel" que tenemos, es alimentar al bien.
Perdonar no cambia lo sufrido, no quita las cicatrices que llevamos ante las heridas de guerras que hemos atravesado, no cambia el pasado, pero si el presente y el futuro, es pasar de ser víctima a victorioso, si no perdonas te quedas como víctima de tu propio demonio por siempre.
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