Tener una mascota implica comprender que la Navidad en casa jamás será como nos muestran en televisión. Por alguna extraña razón, el espíritu navideño en los animales se manifiesta en irresistibles formas psicodélicas. Gatos y perros observan el árbol de Navidad con fascinación antes de abalanzarse sobre él para destrozarlo. Y lo ven como un mexicano vería a un extraño enemigo osando profanar con sus plantas el territorio nacional.
De repente, toda esa paz y armonía que inspira la época navideña se convierte en un campo de batalla con adornos rotos por toda la sala. Pero no todo está perdido. Con los sencillos trucos que verás en estas imágenes, ya no tendrás que elegir entre quedarte con tu mascota o celebrar una Navidad tradicional. Finalmente, podrás presumir tu árbol navideño sin temor a que un peludo lo destruya.
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