Para los jóvenes estadounidenses que vivieron el cambio entre el siglo XIX y XX fueron épocas difíciles. Aunque ya no eran niños, tampoco adultos que pudieran ingresar al mercado laboral. Estaban en una especie de limbo en el que ni siquiera los consideraban parte de la sociedad. No tenían voz ni voto en los asuntos públicos en general.
William Reuben George, un empresario estadunidense, vio una gran problemática en este abandono a los jóvenes. Por eso, optó por el extremo opuesto al proponer un tratamiento de reintroducción social para adolescentes. Llegó a planear una especie de país en miniatura en el que absolutamente todo era gestionado y construido por los propios jóvenes.
George Junior Republic.
De esta forma se hizo realidad la George Junior Republic, una experiencia social transformadora para los jóvenes de Freeville, en el estado de Nueva York. El proyecto surgió del interés de George por transformar a esos jóvenes que la sociedad abandonaba. No sólo los rescataba de las garras de las pandillas, sino que moldeaba grupos activos y productivos para la sociedad.
Lo destacable de este emprendimiento es que optó por la participación radical como método de reinserción social, en lugar del tradicional castigo o aislamiento. El proyecto piloto arrancó en el verano de 1890 y contó con la participación de 22 jóvenes entre 14 y 21 años de edad. Posteriormente, convertirían ese espacio en la “República Junior”, donde los mismos jóvenes se encargaban de instaurar leyes, planear obras y desarrollar el día a día de su pequeña sociedad.
También implementaron un sistema económico propio y promovieron roles sociales. En esencia, la George Junior Republic era una dramatización de la vida adulta en el mundo real. Entre las actividades que administraban los participantes se incluía una prisión, un tribunal, una iglesia, oficina de correos, escuela, biblioteca, museo, etc. Todas estas instalaciones requerían mantenimiento diario e incluso el pago de impuestos.
Reintegrando jóvenes a la sociedad.
Construyeron edificios y piscinas públicas. Al mismo tiempo, los jóvenes dirigían restaurantes, hoteles, radios, periódicos, plazas públicas y hasta hospitales. Todo guardaba una extraña semejanza con la seriedad de las actividades reales en el mundo adulto. Con el paso de los años, en el territorio estadounidense surgieron otras repúblicas Junior y, eventualmente, se instauró la Asociación Nacional de Repúblicas Junior presidida por William Reuben George. El objetivo de esta asociación era facilitar la gestión general de las repúblicas, así como promover al menos una de estas experiencias en cada estado del país.
A medida que los medios se interesaron en el proyecto, retrataron la experiencia como una forma de transformar a los jóvenes abandonados por la sociedad. De cierta forma, se enfocaron en los jóvenes en situaciones de pobreza e indefensión, sobre todo en los inmigrantes y las minorías. No es casualidad que talentosos cirujanos, compositores y economistas destacados pasaran por una de estas repúblicas.
El trabajo en estos lugares sirvió como base para espacios similares de ayuda, reintegración o pedagogía para jóvenes. El proyecto es tan importante y exitoso que varias repúblicas siguen en funciones, incluida la original George Junior Republic, que hace quince años pasó a llamarse The William George Agency for Children’s Services, Inc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario