sábado, 26 de diciembre de 2020

Personas vacunadas deben seguir usando cubrebocas

 El pasado 12 de diciembre, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés) finalmente aprobó la vacuna de Pfizer y BioNTech contra la Covid-19. Así, Estados Unidos se suma a países como Canadá y Reino Unido que ya regularizaron la aplicación urgente de la vacuna. Sin embargo, muchos se hacen la misma pregunta. ¿Las personas vacunadas pueden olvidarse de utilizar de cubrebocas y guardar sana distancia? La respuesta corta es: NO.

uso del cubrebocas en transporte publico(2)

El funcionamiento de la vacuna.

No olvidemos que la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech posee una efectividad del 95% contra la enfermedad. Además, no se ha esclarecido la posibilidad de que los individuos vacunados aun puedan transmitir el virus. La principal vía de acceso del nuevo coronavirus es la nariz. Una vez que ingresa a la cavidad nasal, empieza a multiplicarse. En respuesta, el sistema inmunológico produce anticuerpos específicos en la mucosa.

Si ya enfermaste de Covid-19, al tener un nuevo contacto con el Sars-CoV-2 los anticuerpos de tu mucosa ya están listos para la batalla. Inmediatamente reconocen al virus, lo atacan e impiden su multiplicación. Como ya no logra avanzar a otras partes del cuerpo, no desarrollas la enfermedad. Sin embargo, las vacunas aprobadas hasta la fecha producen inmunidad de otra forma.

Tras ser inoculada en el músculo del paciente, rápidamente la sustancia se integra al torrente sanguíneo. Allí empieza a estimular al sistema inmunológico para que produzca anticuerpos específicos contra el virus. Es un proceso en el que los anticuerpos se esparcen por todo el organismo. Algunas zonas son de fácil acceso, como el pulmón donde la enfermedad provoca los peores síntomas. Pero también deben llegar a nariz y garganta, zonas donde no se conoce la concentración de anticuerpos ni el tiempo que tardan en aparecer.

Prevención del contagio.

Mientras no suceda, el coronavirus todavía puede multiplicarse en nariz y garganta. Por supuesto que no provocará un cuadro clínico grave a la persona, pues los anticuerpos presentes en otros órganos terminarán aniquilándolo. Pero, mientras se mantenga activo en estas regiones, puede ser «salpicado» por todas partes.

Las dosis de la vacuna producidas hasta la fecha no resultan suficientes para inmunizar a toda la población de una sola vez. Por eso, debemos llenarnos de empatía y considerar a esa parte de la población que, pese a la disposición de la vacuna, seguirá vulnerable a los contagios. Además, debemos tener en cuenta a los individuos que no podrán vacunarse por recomendación médica: recién nacidos, niños y mujeres embarazadas.

En entrevista para el New York Times la vocera de Pfizer, Jerica Pitts, mencionó que el laboratorio continuará con los ensayos para detectar el número de pacientes infectados por el virus tras la inmunización. Estarán enfocados en analizar la proteína viral N, que no guarda relación con su vacuna y puede funcionar como indicio de que la persona tuvo contacto con el Sars-CoV-2. Moderna, la empresa de biotecnología que también cuenta con una vacuna en la última fase de desarrollo, realizará la misma prueba.

Algunos especialistas sugieren que sólo podremos pensar en tirar los cubrebocas cuando se registre una disminución significativa de la diseminación viral en la sociedad. En otras palabras, cuando el número de muertes y contagios mantengan una reducción sostenida. De hecho, todavía nos queda mucho camino por recorrer antes que podamos relajar las medidas de seguridad.

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