La historia tuvo lugar el pasado mes de mayo en el noroeste de India. Un hombre llega al hospital aquejado de fuertes dolores. Lo atiende el doctor Walliul Islam, cirujano general del hospital, y la primera persona en escuchar uno de los casos más raros: el paciente decía haber ingerido unos auriculares, indica Gizmodo.
Lo primero que hizo el equipo de Islam fue recetarle un potente laxante, pero el supuesto cable no apareció por ningún lado, así que los médicos recurrieron a la cirugía. Como le explicó el doctor a CNN:
'El paciente vino a nosotros después de cinco días, y a pesar de defecar varias veces, el cable no salía. Luego realizamos una endoscopia pero tampoco pudimos encontrar nada. Como el paciente se quejó de dolor severo, decidimos realizar una cirugía y fue el momento en que descubrimos que no había nada en su intestino'.
De hecho, lo que una radiografía descubrió fue que en vez de unos auriculares, el hombre tenía en cargador de teléfono de varios centímetros de largo en su vejiga. ¿Cómo? Insertado a través de su uretra, para más señas, el tubo interno que conduce desde el pene a la vejiga. Como explicaba Islam:
'Luego hice una incisión allí y saqué el cable, que en realidad era un cable de carga de más de medio metro de largo. Si hubiera sido honesto, nos habría ahorrado el problema y podríamos haberlo tratado antes'.
A partir de aquí surgen muchísimas preguntas, alguna la responde el propio doctor, otras quizás es mejor no saberlas. “He leído que la gente solía obtener gratificación sexual insertando instrumentos a través del pene. Este parece ser uno de esos casos, y la psiquiatría puede ayudarlo a partir de aquí”, zanja Islam.