En estos días, entre tanto avatar con figuras de anime, políticos o famosos plásticos, resulta difícil diferenciar entre aquellos que hablan en serio de quienes recurren a la ironía en Internet. Hace algunas décadas, si alguien publicaba que las vacunas causaban autismo o que la Tierra era plana fácilmente se entendería como un sarcasmo, pero hoy es imposible saber si estas personas hablan en serio. Los idiotas siempre han existido, el problema es que hoy tienen voz y voto.
Siempre he creído que la motivación tras estos argumentos es la misma que nos mueve a todos, el impulso que nos hace levantarnos muy por la mañana contra nuestra voluntad: el dinero. Me niego rotundamente a creer que esta clase de personas aboga con tanta pasión estos absurdos con el único interés del supuesto bien común. Sin embargo, este documental resulta revelador: algunos idiotas, son simplemente eso, idiotas.
Behind the Curve documenta las ideas de aquellas personas que creen en dicha “teoría”. Una supuesta conspiración a nivel global (xD) en la que hemos sido engañados, donde personas o grupos con un poder inimaginable nos han llevado a creer que la Tierra es redonda, cuando a todas luces es plana. Esta tontería que se apoderó de multitud de canales en YouTube, foros y perfiles en redes sociales finalmente llegó al popular servicio de streaming.
El director del documental, Daniel J. Clark, admite creer que la Tierra es redonda, y su única intención, más allá de recabar evidencia sobre la forma real del planeta, era exponer a los individuos que creen con todas sus fuerzas en esta idea y se aventuran a mostrar aquello que supuestamente nos ocultan. Al inicio,Behind the Curve era un documental que pretendía exponer a estos “locos”, pero Clark admite que resultó sorprendido al encontrar que se trata de personas normales que se toman la cosa muy en serio.
Trailer Behind the Curve.
“La gran pregunta que hicimos en el documental fue ¿por qué creen en esto?”, apunta el director. Y es que las teorías de la conspiración no son novedad, pues nos han acompañado desde hace décadas. Por ejemplo, los ataques a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 figuran entre los ejemplos más relevantes y antiguos, y a casi veinte años siguen encantando la imaginación de aquellos que no tienen nada que hacer.
La pregunta importante ahora es: ¿por qué personajes serios y respetables se ven en la necesidad de llamar la atención al público para aclarar que la Tierra es redonda? Ese es el verdadero peligro de dar voz a los idiotas. Al principio parecía algo gracioso, pero hoy es algo realmente preocupante. Tampoco es que las dudas sobre la forma del planeta cambien las cosas por aquí pero, ¿cuáles serían las consecuencias si estos idiotas llegan al poder?
Son las dudas existenciales que nos aquejan en el mundo moderno, un lugar donde un youtuber al que no le gustaban las clases de geografía puede convertirse en un gobernante y teórico de la conspiración con control sobre la educación del país.