En un accidente que probablemente sea el más futurista de la historia, un automóvil sin conductor de la compañía Tesla terminó atropellando y “matando” a un robot, también autónomo. El trágico acontecimiento tuvo lugar en Paradise Road, en Las Vegas, Estados Unidos, el pasado 6 de enero.
La víctima era un robot modelo v4 de la empresa Promobot, y formaba parte de un equipo de “dispositivos autónomos diseñados para fines comerciales” alquilables por nada menos que US$ 2 mil por día. Se trata de un modelo avanzado de robot capaz de entablar comunicación sobre cualquier tema con las personas, responder preguntas, reconocer rostros, desplazarse, esquivar obstáculos, mostrar diversos temas en su pantalla, mover brazos y cabeza e integrarse con otros sistemas y dispositivos compatibles.
Según lo divulgado por Promobot, el robot puede realizar las funciones de un recepcionista, promotor, administrador, consultor, guía, concierge y mucho más.
El accidente.
En torno a las siete de la tarde del domingo 6 de enero, personal de Promobot publicó que una de sus unidades había sido “asesinada” cuando salió de la sala de exhibiciones rumbo al estacionamiento local, donde fue impactado por un automóvil Tesla. Y aunque había un humano a bordo, el automóvil conducía en modo autónomo. El vehículo siguió su camino durante aproximadamente 50 metros antes de finalmente detenerse.
“No había nadie en ese lugar, ni personas o automóviles. Cambié el Tesla al modo autónomo y empezó a desplazarse. Y de repente apareció un robot en la pista. Creí que lo esquivaría, pero el auto terminó golpeándolo de lleno. Lo siento mucho, el robot parece muy lindo. Mis sinceras disculpas a los ingenieros”, relató George Caldera, el pasajero del Tesla asesino.
Algunos creen que todo fue un montaje de la empresa para hacerse publicidad, aunque resulta improbable que Elon Musk sepa algo de esto pues el incidente, ciertamente, no destaca la seguridad de los automóviles autónomos.
Y lo mismo podría decirse de Promobot, donde no están nada contentos con los daños que sufrió el robot, probablemente irreparables. “Obviamente que estamos molestos. Traemos el robot desde Filadelfia para que participe en el CES. Ahora no podrá participar en la feria, ni tampoco recuperarse. Llevaremos a cabo una investigación interna y sabremos por qué el robot fue a parar a la calle”, dice Oleg Kivokurtsev, el director de desarrollo de la empresa.