Esta es la típica historia de alguien que encuentra a un animal salvaje joven en estado de vulnerabilidad y sin protección y en vez de llevarlo a un lugar adecuado para que lo cuiden o llamar a las autoridades correspondientes, decide quedárselo y criarlo aún cuando la especie puede ser peligrosa estando en cautiverio.
Hace unos días en Cheliábinsk, Rusia, un cazador de 40 años murió en su propia casa por el ataque de su mascota, un oso pardo al que habría criado desde que era un bebé, luego de haberlo encontrado en el bosque hace aproximadamente 4 años, informaron medios locales.
La noticia llegó luego de que los familiares alertaran a la policía de que el hombre no se había comunicado desde hace varios días; ante las sospechas de que algo malo podría haberle ocurrido, los agentes acudieron al domicilio en donde encontraron al oso vagando por el patio de la propiedad.
Notaron que la jaula de Vorchún, como era llamado el oso, estaba abierta y que el animal presentaba un estado agresivo, por lo que le dispararon causándole la muerte. En el lugar fueron encontrados restos óseos del que fuera dueño del oso.
Según informes preliminares, el ataque del oso habría causado la muerte del cazador que luego fue devorado.