No te juzgamos. Entendemos que puede haber unos calzones que amas porque son cómodos o bonitos, o incluso porque te recuerdan una ocasión especial, pero por mucho que te gusten, si llevan más de un año contigo, tienes que deshacerte de ellos ¡ya!
Y es que según explica el investigador Philip Tierno de la Universidad, aunque laves las prendas íntimas cada vez que las utilizas, éstas pueden alojar bacterias ya que echarlas a la lavadora no garantiza que estén desinfectadas y al estar cerca de una zona tan vulnerable como la genital, podría causarte problemas.
Tierno añade que una de las bacterias que es más común encontrar en la ropa interior es la E. Coli, que proviene de los intestinos y puede alojarse entre las fibras de la tela.
Además de hacer el cambio de ropa interior cada 12 meses, los especialistas recomiendan lavarla con cloro o detergentes que contengan peróxido y ponerlas al sol para que mientras se secan los rayos UV ayuden a desinfectarlas.
Y aunque probablemente ya lo sepas, queremos recordarte que debes olvidarte de la costumbre de lavar tu ropa interior en la regadera y luego dejarla secándose ahí pues existe demasiada humedad que puede permitir el desarrollo de organismos patógenos.