En enero es cuando todas esas promesas de ingresar al gimnasio procuran volverse realidad (aunque sea por unos días), y esto también aplica para el mundo salvaje. El pasado 18 de enero, el zoológico de Melbourne, en Australia, anunció la creación del primer gimnasio acuático para reptiles.
Además de controlar la temperatura, estos tanques de agua generan una corriente artificial para que los animales gasten energía nadando en contra. En promedio, cada sesión dura entre cuatro y cinco minutos y el flujo de esta corriente es totalmente controlable. En la práctica, es como si estuvieran recorriendo un estero.
Este gimnasio es el fruto de un proyecto de más de una década impulsado por el equipo de reptiles e invertebrados del zoológico. El objetivo es hacer que los animales salgan de la rutina en que solo reciben alimento, sombra y agua limpia que los hace tan sedentarios.
Dado que algunos de estos reptiles son depredadores en estado salvaje, la idea es que su condición física sea lo más parecida posible a la que tendrían si estuvieran por su cuenta en un medio salvaje, donde tendrían que cazar presas para subsistir.
Además de la prevención de la obesidad, esta serie de ejercicios ayuda a los animales a evitar otras enfermedades, facilita su crianza al interior del zoológico e incluso les permite encontrar buenos compañeros sexuales.