Los animales jugaron un papel importantísimo en el desarrollo de la Primera Guerra Mundial: algunas estimaciones afirman que alrededor de 16 millones sirvieron durante el conflicto. Sobre todo cuando hablamos de mulas, caballos, burros, camellos y elefantes que fueron utilizados como bestias de carga para la distribución de suministros y municiones en el frente de batalla. Pero también había animales que hacían las veces de mensajeros, como las palomas. Los perros fueron entrenados para detectar gases venenosos y los gatos para controlar las molestas plagas de roedores en las trincheras.
Tampoco hay que olvidar que los animales sirvieron para levantar la moral de los combatientes y hacer de ese infierno una situación algo más llevadera: gatos, perros, monos e incluso osos fueron criados como mascotas en el fragor de la batalla. El papel que desempeñaron estos animales durante la Gran Guerra resultó vital para los países en conflicto, y para muestra estas fotografías de los valientes héroes justo en la primera línea.
Un soldado alemán transporta varios caballos equipados con máscaras antigás rumbo al frente occidental, 1917.
Durante la Gran Guerra los perros sirvieron como mensajeros, rescatistas, centinelas, exploradores y un largo etcétera. En la fotografía, un perro mensajero de Alemania es desatado por su guía en San Quintín, Francia, 1918.
Un caballo de carga con equipo sobre el lomo espera para emprender el recorrido. Es la Batalla de Pilckem Ridge, en Bélgica, el 31 de julio de 1917.
Soldados alemanes posan para la foto junto a un caballo equipado con una montura especial, diseñada específicamente para transportar una ametralladora Pulemyot Maxima PM1910 y una caja de municiones. El arma había sido quitada a los rusos.
Miembros de las tropas de Gran Bretaña remueven el lodo de una mula cerca de Bernafay Wood en el frente occidental, 1916. Los británicos procuraron que los cuidadores de animales realizaran su trabajo adecuadamente durante la guerra.
Soldado británico retira vendajes de la mochila de un perro de rescate. Cca. 1915.
Soldados franceses muestran un par de palomas mensajeras aseguradas en su jaula de transporte.
Julius Neubronner, un inventor alemán, empleó palomas entrenadas para capturar imágenes aéreas antes y durante la guerra. Adjuntaban una pequeña cámara a estos animales y un mecanismo temporizador disparaba el obturador.
Un cañonero del Regimiento de York y Lancaster acariciando a su gato en una trinchera cerca de Cambrin, Francia. 6 de febrero de 1918.
Soldados transportando una mula en Alejandría, Egipto, 1915. Cuando la guerra escaló en intensidad y duración, británicos y franceses se vieron obligados a importar mulas y caballos del extranjero vía marítima.
El mono mascota de la Trench Mortar School descansando sobre un mortero alemán capturado. 20 de mayo de 1917.
Un bull terrier de Boston apodado Stubby figuró como el perro más condecorado de la Primera Guerra Mundial y el único animal en ser promovido al rango de sargento. Ingresó a la guerra como mascota del 102 Regimiento de Infantería hasta convertirse en un honorable perro de combate. Al comienzo de su participación en el conflicto resultó herido durante un ataque de gas, hecho que le proporcionó una habilidad excepcional para detectar los ataques con esta clase de sustancia, advirtiendo a tiempo a sus compañeros mediante ladridos. También colaboró en la ubicación de soldados heridos, y llegó a capturar a un espía alemán que pretendía trazar un mapa de las trincheras aliadas.
Perros miembros de la Cruz Roja de Francia formados para una breve inspección en el frente occidental, 1914.
Los Royal Scots Greys, un regimiento de dragones del Ejército Británico, tomando un descanso junto a sus caballos en tierras francesas.
Un perro de transporte equipado con una canasta para llevar palomas mensajeras directo al frente de batalla.
La caballería turca ejecuta ejercicios de entrenamiento en el frente macedonio, marzo de 1917.
Los cadáveres de tres caballos en Menin Road, Ypres, Bélgica. Ca. 1917.
Un perro transporta un carrete de cable sobre el lomo para tender una nueva línea eléctrica. Septiembre de 1917.
Caballos de la caballería francesa cruzan nadando un río al norte del territorio francés.
En 1915, los soldados alemanes en la localidad francesa de Valenciennes utilizaron un elefante indio para desplazar grandes troncos. Cuando la guerra se prolongó, las bestias de carga empezaron a escasear en Alemania por lo que el ejercitó decomisó animales en circos y zoológicos.
El 6º Regimiento de Caballos Ligeros de Australia camino a Monte Scopus, Jerusalén. Cca. 1918.
“Estas son aves que trabajan para salvar las vidas de nuestros muchachos en Francia”. Las palomas se desempeñaron como mensajeros eficientes en los campos de batalla.
Un caballo herido de bala a punto de ser operado en Valdahon, Doubs, Francia.
El ejército belga estableció estaciones de palomas mensajeras tras las líneas de batalla. Los animales eran entrenados para volar al frente y regresar con los mensajes atados a sus patas.
Un cosaco ruso apuntando su rifle sobre un caballo muerto, 1915.
Un soldado colocando una paloma mensajera dentro de una canasta que es transportada por otro soldado a bordo de una motocicleta.
Un perro entrenado para buscar soldados heridos incluso bajo fuego enemigo, 1915.
Tropas británicas adjuntan mensaje a una paloma mensajera en el frente occidental, 1917.
La fuerza de un caballo utilizada para retirar cadáveres de otros animales caídos durante la batalla de Halen en Bélgica, 1914.
Un caballo atado a un poste, su compañero había muerto poco antes a causa de las heridas producidas por metralla, 1916.
En 1915, el ejército francés decomisó caballos en París para colaborar con los esfuerzos de guerra. La gran mayoría de estos animales pertenecían a granjeros y familias cerca del frente.
La mascota del crucero protegido HMAS Encounter: un gato que descansa en la boca de un cañón de seis pulgadas.
Un cuidador de perros lee un mensaje transportado por un perro mensajero que acababa de cruzar un canal en suelo francés.
Un perro tira de una pequeña carreta repleta de pertenencias de los refugiados belgas, 1915.
El recorrido de un tanque Mark V frente al cadáver de un caballo en las calles de Péronne, Soome, Francia, 1918.
La Brigada del Cuerpo de Camellos Imperiales de Australia se dirige a la acción en Beerseba, en diciembre de 1917.
Camellos saciando la sed en un enorme bebedero en Palestina, 1916.
Un artillero alemán y varios caballos muertos en el frente occidental, 1918. Es difícil determinar una cifra aproximada, pero se cree que al menos ocho millones de caballos perdieron la vida durante la Primera Guerra Mundial.
Caballo transportando proyectiles en el frente occidental, 1916.
Un soldado y su caballo con máscaras antigás, cca. 1918.
La artillería impulsada por caballos avanza al oeste de San Quintín, en Aisne, Francia. Marzo de 1918.
Perros de la Cruz Roja alemana son llevados al frente de batalla.
Una escena trágica y muy común en Valaquia, Rumania, durante los años del conflicto.
Fotografías de IWM y The Atlantic.