Se dice que en China, durante la dinastía Han (206 a. C. hasta el 220 d. C.), la realeza solía llenar de lujos a los perros de raza Pug al grado de mantenerlos custodiados por soldados especiales. En nuestra época, resulta difícil encontrar a una persona que no considere a estos animales objetos de infinita ternura, y como dejaron de ser un privilegio de la realeza china, su apariencia tan afable les ha permitido invadir millones de casas en todo el mundo.
Empecemos por la siguiente imagen: evidentemente, el cráneo más pequeño perteneció a un Pug, mientras que el grande fue de su ancestro salvaje: el lobo. Aquí destacan las diminutas cavidades oculares de la raza, la mandíbula desalineada y un hocico extremadamente corto comparado con el de un cánido no modificado.
Los problemas de salud más comunes en los perros Pug.
Sí, precisamente es esta configuración anatómica lo que proporciona a los Pugs esa apariencia tan adorable, pero al mismo tiempo es culpable de multitud de padecimientos como:
- La meningoencefalitis necrotizante es una enfermedad común entre los Pugs. Básicamente, es una condición que provoca inflamación cerebral que resulta en la muerte del perro en el transcurso de pocas semanas.
- Dificultad para jadear, un proceso al que recurren los perros para regular su temperatura. Debido a su hocico tan corto, los Pugs son incapaces de enfriar sus cuerpos adecuadamente, un padecimiento que puede provocar insuficiencia en diversos órganos.
- La cruza intensa de Pugs consanguíneos. En el Reino Unido, un estudio encontró que una muestra de 10,000 Pugs solamente presentaba una variación genética equivalente a la de 50 individuos. En otras palabras, hay más probabilidad de que genes defectuosos terminen heredándose y pasando a otras generaciones.
- Las desfiguradas mandíbulas de los Pugs provocan que sus dientes crezcan en todas direcciones.
- Sus colas enrolladas los hacen más propensos a una malformación conocida como hemivértebra, donde una serie de huesos deformes provocan curvatura e inestabilidad de la columna vertebral, enfermedades neurológicas, parálisis en las extremidades, incontinencia y dolor.
- Debido a la configuración del rostro, sus ojos generalmente se encuentran saltados. Esto puede provocarles proptosis ocular (que se le salgan los ojos), una condición donde seis de cada diez perros terminan perdiendo la vista. Colocar el globo ocular de regreso en la cavidad conlleva un riesgo de infección, y el animal debe ser tratado el resto de su vida.
- Por si fuera poco, sus ojos son más propensos a inflamaciones dolorosas, arañones e irritaciones provocadas por los vellos.
- Los Pugs son genéticamente propensos a desarrollar sarna demodécica, una infestación causada por ácaros.
- Los Pugs son propensos a acumular fluido en la garganta cuando están animados, una condición conocida como “estornudo inverso” que los lleva a perder el aire y ahogarse.
- Aproximadamente seis de cada diez Pugs padece displasia de la cadera, una enfermedad que provoca parálisis incapacitante y una dolorosa artritis.
- Dado que el ejercicio les resulta complicado, son perros propensos a desarrollar obesidad.
- Los pliegues de su rostro pueden llegar a infectarse si no son limpiados regularmente por sus dueños.
- Algunos Pugs nacen con las narices prácticamente obstruidas, por lo que necesitan de una intervención para respirar y poder sobrevivir.
Y todo tiene solución.
Los Pugs son animales increíbles, y tampoco es que difieran que otras razas que fueron cruzadas hasta el cansancio y jamás presentaron tantos problemas de salud. Sin embargo, este exceso de padecimientos francamente crueles entre los Pugs ha llevado a veterinarios, especialistas y amantes de los animales a emprender campañas contra la adopción de la raza.
La solución no está en desaparecer la raza, sino en cruzarla hasta que se purguen todas esas características que los hacen animales enfermos. El usuario de Tumblr propone a los “Retro Pugs”, perros con piernas más largas que les facilitan la actividad física, y con ojos y narices más adecuados. Son animales más saludables, que viven más y ofrecen los mismos beneficios que un Pug, todo sin la deformidad en el cráneo.
Dejemos de comprar perros braquicéfalos