El terremoto más devastador en la historia de la humanidad, con magnitud 9.5, sucedió hace 3800 años al norte de lo que hoy es Chile. Así lo sugiere la evidencia arqueológica descubierta en la región. Se trató de un sismo tan poderoso que desencadenó un tsunami con olas de hasta 20 metros de altura, alcanzando Nueva Zelanda en el otro extremo del Océano Pacifico.
Tal vez 9.5 no resulte una cifra tan impresionante. Pero, en escala de magnitud es una bestialidad. Una catástrofe inevitable. ¿Recuerdas el accidente nuclear de Fukushima en 2011? Toda esa devastación en Japón la generó un terremoto de magnitud 9.1. Afortunadamente, los terremotos como el que experimentaron aquellos humanos hace 3,800 años son una excepción.
Aunque con potencial para generar devastación, los terremotos suelen ser de menor intensidad. Por ejemplo, en 2010 los haitianos sufrieron el embate de un sismo magnitud 6. El 19 de septiembre de 2017, un terremoto magnitud 7.1 causó severos estragos en la Ciudad de México.
El antiguo terremoto al norte de Chile.
El antiguo terremoto de 9.5 en la escala de Richter, descubierto recientemente, habría liberado la misma energía que otro más reciente también registrado en Chile. Con epicentro a 570 km de Santiago, en el sur del país, el Gran Terremoto de Valdivia acaeció en 1960 y se sintió en diversas partes del planeta. Las olas generadas por el devastador sismo alcanzaron las costas de Hawái y Japón.
“Se creía que un evento de esta magnitud no podría suceder al norte del país. Principalmente porque en la región es inviable una ruptura lo suficientemente larga”, señaló James Goff, profesor de la Universidad de Southampton y autor principal del estudio. “Sin embargo, encontramos evidencia de una ruptura con aproximadamente mil kilómetros de extensión en la costa del desierto de Atacama”. La ruptura subterránea de 1960, generada por el desplazamiento de las placas tectónicas, era de unos 800 km.
Un tsunami devastador en el desierto de Atacama.
Tras explorar el desierto de Atacama, los arqueólogos encontraron restos de conchas, rocas y animales marinos desplazados. “Todo eso en regiones altas y alejadas de la costa, a donde una tormenta no pudo llevarlos”, explica Goff. Empleando datación por radiocarbono, el equipo analizó siete puntos a lo largo de 600 km en la costa norte de Chile.
Encontraron que toda una variedad de materiales costeros fue transportada al interior del desierto hace 3800 años. Además, en las excavaciones descubrieron paredes de roca edificadas por los cazadores-recolectores que habitaron la región. Aparentemente, todas las construcciones fueron derribadas y arrastradas por la fuerza del tsunami.
Goff señala que a la catástrofe siguió un enorme movimiento social, pues comunidades enteras se desplazaron al interior. “Pasó más de un milenio antes que volvieran a habitar la costa, lo que es un periodo increíble de tiempo, sobre todo cuando dependían del mar para obtener alimento”.
En las costas de Nueva Zelanda, al otro lado del Pacífico, también existe evidencia de este terremoto. En el archipiélago de Chatham rocas del tamaño de automóviles fueron desplazadas por las olas cientos de metros sobre la playa. Por pura coincidencia, Goff analizó estas rocas poco antes de iniciar el estudio en Chile.
Nota cortesia de Palurdotl jefe flecha cáida
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