viernes, 20 de mayo de 2022

Byford Dolphin

Accidente de Byford Dolphin(3)

 El accidente de Byford Dolphin es un testimonio histórico del peligro que corren quienes trabajan a grandes profundidades. Uno de los trabajos más peligrosos y mejor pagados del mundo requiere maniobrar a una profundidad de cien metros. Bajo temperaturas congelantes en un lugar hostil a donde nunca llega la luz del Sol. Peor aún: en las horas libres debes ingresar a un estrecho tubo metálico. En ese claustrofóbico recinto inhalarás gases que te dificultarán el habla y constantemente extraerán calor de tu cuerpo. Consecuentemente, experimentas un escalofrío constante.

Te pasarán comida por una pequeña escotilla y tendrás algunas horas de sueño antes de volver a las profundidades. Durante el tiempo que dure el trabajo (puedes ser meses) serás incapaz de salir de ese pequeño mundo hermético. De hacerlo, enfrentarás una muerte horripilante. Bienvenido al buceo de saturación, una actividad solo para valientes.

Buceo de saturación.

A mediados de la década de 1960, la Armada de los Estados Unidos introdujo el buceo de saturación en el programa Sealab. El objetivo de esta práctica es que los humanos vivan y trabajen a profundidades extremas durante largos periodos de tiempo. Parece un sacrificio enorme, pero solo así se sortean los peligros de la enfermedad por descompresión.

buceo de saturacion sealab us navy

Cuando un buzo se sumerge a grandes profundidades y respira aire presurizado, el nitrógeno se disuelve gradualmente en su organismo. Flotar hasta la superficie abruptamente puede provocar que el nitrógeno forme burbujas diminutas. Dependiendo de la severidad del padecimiento se puede sufrir de vómito, dolor articular paralizante, parálisis, derrame cerebral e incluso la muerte.

La única manera de evitar la enfermedad por descompresión es haciendo paradas a intervalos regulares. De forma que el nitrógeno salga del organismo de forma lenta y segura.

Buceo de saturación en plataformas petroleras.

La actividad se complica todavía más para los buzos que trabajan en plataformas petroleras en alta mar. Dado que se requieren inmersiones largas y profundas, la técnica se hace inviable. En cada turno, los buzos pasarían más tiempo descomprimiendo que trabajando. Si un buzo alcanza una profundidad de 100 metros y trabaja durante más de una hora, requeriría unas 50 horas de descompresión.

trabajando a grandes profundidades

Así, en el buceo de saturación se completa un turno de trabajo bajo la presión que imprime la profundidad del océano. Y cuando llega la hora de descanso pasan a una cámara de buceo, presurizada con los mismos niveles que experimentan en el trabajo. Su vida se resume a ir y venir entre su lugar de trabajo y una campana de buceo a bordo de una cápsula de transferencia.

El cuerpo del buzo no se satura indefinidamente de nitrógeno. Eventualmente, llega el momento en que su organismo no puede absorber más. Esto significa que, sin importar el tiempo que pase en las profundidades, la descompresión requerirá el mismo tiempo. Entonces, en lugar de pasar por múltiples inmersiones y descompresiones, los buzos de saturación descomprimen una sola vez al terminar su contrato. Con esto reducen muchísimo el riesgo de sufrir enfermedad por descompresión.

Peligros del buceo de saturación.

La enorme desventaja del buceo de saturación es que la descompresión total puede requerir hasta dos semanas. También puede aparecer narcosis por nitrógeno, una intoxicación causada por respirar nitrógeno presurizado que los buzos describen como una embriaguez con alcohol. Como el oxígeno también se vuelve tóxico por debajo de los 80 metros, los buzos de saturación respiran trimix. Una mezcla de oxígeno, helio y nitrógeno.

buzos de saturacion

Como el helio altera la voz humana, los buzos emplean decodificadores electrónicos para hacerse entender. Además, este gas carece de buenas propiedades térmicas y absorbe el calor del cuerpo dejando helados a los buzos. Y a profundidades que superan los 300 metros, respirar helio puede desencadenar efectos neurológicos graves.

Sin embargo, en el buceo de saturación el mayor peligro proviene de la misma presión. Así lo experimentó en carne propia un grupo de cuatro buzos británicos y noruegos en 1983. El trágico y espantoso episodio pasaría a la historia como el accidente de Byford Dolphin.

El accidente de Byford Dolphin en 1983.

Byford Dolphin es el nombre de una plataforma petrolera en alta mar construida por la empresa Aker Engineering. Con un peso aproximado de 3 mil toneladas y una plantilla de 100 obreros, la instalación puede perforar en aguas de hasta 460 metros de profundidad. La construcción y mantenimiento del brocal a esa profundidad requiere de un sofisticado sistema de buceo de saturación, mismo que construyó la firma francesa COMEX.

plataforma petrolera Byford Dolphin
Plataforma petrolera Byford Dolphin.

Los buzos de saturación que protagonizaron el accidente de Byford Dolphin.

A finales de 1983, la plataforma Byford Dolphin perforaba sobre el campo de gas Frigg en el mar del Norte, una zona perteneciente a Noruega. A las 4:00 a.m. del 5 de noviembre, los buzos británicos Edwin Coward y Roy Lucas descansaban en la cámara de buceo mientras sus colegas noruegos Bjorn Bergersen y Truls Hellevik regresaban de su turno en la cápsula de transferencia.

William Crammond y Martin Saunders, ayudantes de buceo, retiraron la cápsula del agua y la acoplaron a la cámara. De esta forma, Bergersen y Hellevik escalaron por una escotilla para encontrarse con Coward y Lucas. El procedimiento normal requería que los buzos sellaran la escotilla y aislaran la cámara. Así, los ayudantes podían despresurizar la cápsula y separarla de la esclusa de aire.

Pero, antes de que Hellevik lograra asegurar la escotilla de la cámara, Crammond liberó la abrazadera que sujetaba la cápsula a la cámara.

sistema para el buceo de saturacion
Sistema de buceo de saturación.

Espeluznantes resultados del accidente en Byford Dolphin.

Resultó tan espeluznante como lo puedas imaginar. La violenta descompresión hizo que la cápsula de transferencia saliera violentamente disparada de la cámara. Crammond murió al instante y Saunders quedó gravemente herido. Dentro de la cámara la presión cayó de 9 atmósferas a 1 en un instante. Hellevik, todavía agachado en la entrada, voló en pedazos y su cuerpo quedó regado por toda la plataforma de exploración.

Un testigo mencionó que encontró su “hígado completo, como si lo hubieran disecado fuera del cuerpo”. Y la columna vertebral de Hellevik quedó atorada a diez metros sobre la torre de perforación. Hay fotos de esto en Internet.

Accidente de Byford Dolphin restos buzos
Izquierda: el estómago de Edwin Coward. Derecha: parte de la columna vertebral de Truls Hellevik.

Edwin Coward, Roy Lucas y Bjorn Bergersen también murieron de forma horripilante. Durante la autopsia encontraron enormes cúmulos de grasa blanca que obstruyeron sus venas y arterias. Cuando la sangre de estos hombres hirvió rápidamente, sus proteínas se cocinaron. Las venas de sus cerebros estaban completamente llenas de gases. El aspecto positivo de esta tragedia es que los cuatro buzos, probablemente, murieron inmediatamente sin experimentar dolor.

La investigación de la tragedia.

La investigación sobre el accidente de Byford Dolphin concluyó que la tragedia sucedió por un error humano. Como William Crammond murió en el evento, jamás sabremos porque soltó la abrazadera antes de que cerraran la escotilla en la cámara. La hipótesis de los investigadores es que una combinación de cansancio y ruido generó problemas de comunicación en el equipo.

Roy Lucas y Billy Crammond(1)
Roy Lucas y Billy Crammond.

Sin embargo, también se hicieron algunas observaciones sobre el sistema de buceo de saturación. Pues, a pesar de las recomendaciones emitidas por DNV, el regulador noruego de petróleo y gas, no contaban con sistemas de bloqueos, manómetros y otras características de seguridad que evitaran la desconexión de la cámara de buceo mientras estaba presurizada.

Como la carencia de estos dispositivos no se mencionó en el informe oficial, las familias de los buzos no recibieron compensación económica alguna. Considerando que la investigación no fue parcial, formaron un grupo denominado North Sea Divers Alliance y demandaron al gobierno noruego. En 2008, 25 años después de la tragedia, finalmente llegaron a un acuerdo.


Cortesia de Marcia Pellejos



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