lunes, 14 de marzo de 2022

Por qué a cierto tipo de política se la llama izquierda y a la otra derecha

 


¿Por qué y desde cuándo a cierto tipo de política se la llama izquierda y a la otra derecha?

Para hallar la respuesta, debemos viajar hasta la Francia de 1789, poco antes de la revolución (esa tan romántica y tan idealizada, pero que acabó como el rosario de la aurora, cubierta de sangre y dándole todo el poder a un tal Napoleón). La asamblea constituyente del momento debatía cuánto poder debía ostentar el monarca, suponemos que sin imaginar que la pregunta acabaría con la cabeza del propio rey y su esposa en una cesta. Olvidémonos del concepto actual de partidos políticos de ideas unitarias y pensemos más bien en un montón de personas, cada una de su padre y de su madre, al estilo comunidad de vecinos, club o asociación (si se me permite la vulgar comparación).

El caso es que en aquella discusión, como cabía esperar, había dos bandos muy bien diferenciados. La disputa era tan acalorada que, en un sentido mucho menos figurado de lo que pueda parecer, en la sala se crearon dos frentes y cada uno se ubicó en el que correspondía a sus ideas. Los defensores del poder de la corona, que dicho sea de paso abogaban por una monarquía constitucional al estilo inglés en el que el rey tuviese derecho a veto respecto a las leyes, decidieron unirse y hacer piña en el lado derecho de la sala. Y por otra parte, aquellos que se autodenominaron «patriotas» y que deseaban disminuir el poder del rey otorgándole solo un derecho suspensivo, se sentaron en las sillas del lado izquierdo.

Tras aquella primera discusión los asientos tomados se hicieron más permanentes, por lo que a derecha quedaron los conservadores y a la izquierda los reformistas. Y así se mantuvo hasta día de hoy.

No obstante, y como afirma Marcel Gauchet, esta dicotomía se hizo absolutamente palpable y se instauró como algo sagrado durante la restauración borbónica en Francia tras la caída del emperador Napoleón.

Sea como fuere, aquella idea de derechas e izquierdas se extendió primero por Europa, poco después por América y pasado un tiempo, por Asia y África. No obstante, los conceptos asociados a cada lado han ido creándose, modificándose, tergiversándose y convirtiéndose en un cliché con el paso de los siglos, donde además son interpretados dependiendo mucho de la idiosincrasia de cada país. Ejemplos de estos clichés, puede ser que una persona de izquierdas deba ser obligatoriamente republicana y atea, y por el contrario, una de derechas deba ser monárquica y religiosa, cuando sabemos perfectamente que las personas son complejas y rara vez son blanco o negro. O en este caso, de izquierdas o de derechas.




Cortesía de RIKUNO



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