En una tribu de Etiopia, los hombres panzones se consideran héroes. Si te parece que estas personas están equivocadas, recuerda que el concepto de belleza es subjetivo y varia de una comunidad a otra. Alrededor del mundo existe una amplia diferencia sobre los hábitos, costumbres y cultura que rigen tu vida.
En la actualidad, el cuerpo ideal para la mayoría de humanos pasa por un vientre plano y definido que solo se logra con una alimentación balanceada y mucho ejercicio. Pero, la tribu seminómada de los Me’en (también llamada “bodi” por su cercanía a la ciudad homónima) busca el extremo opuesto. Entre más grande sea la barriga de un hombre, mayor prestigio adquiere ante la sociedad.
La ceremonia de Ka’el.
“Todos los niños sueñan con convertirse en un hombre gordo”, señaló Eric Lafforgue, un fotógrafo francés, en entrevista para el Daily Mail. Además, agregó que todos los hombres con sobrepeso son vistos como héroes por la comunidad. Todo empieza con Ka’el, una importante ceremonia de año nuevo para los bodi.
Por tradición, seis meses antes del evento cada familia nomina a un hombre soltero que participará en el concurso donde se elige al más gordo de la tribu. En ese lapso, el concursante ingiere abundante comida para aumentar de peso. Una rigurosa dieta que incluye sangre y leche de vaca para hacer crecer la panza. Lo peor es que consumen estos dos ingredientes mezclados.
En esta región de Etiopia el calor es intenso, por lo que deben consumir la mezcla de sangre y leche antes de que se coagule y termine convertida en gelatina. Todos los concursantes se aíslan y tienen estrictamente prohibido tener relaciones sexuales antes de la ceremonia. Mientras tanto, las mujeres de la tribu se encargan de distribuir los alimentos.
El más gordo de la tribu.
Lafforgue relata que observó a estos barrigones beber leche con sangre durante todo el día. Algunos aumentan tanto de peso, que se les dificulta algo tan simple como caminar. Una vez que se elige al hombre más gordo, clausuran la ceremonia sacrificando una vaca con una gran piedra sagrada. En seguida, las autoridades tribales observan la sangre del animal para saber si el futuro será prospero.
Tras el Ka’el, la vida de todos los participantes vuelve a la normalidad. Los panzones recuperan su peso anterior al cabo de unos cuantos meses de alimentarse con restricciones. Pero, eventualmente llega la época de selección para elegir al nuevo gran héroe barrigón de Bodi. Y muchos vuelven a participar.
Cortesia de Don Chava panza de cebra
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